RESUMEN:
El objetivo de la vida virtuosa no es la autorrealización del individuo, ni el logro de la virtud por la virtud, del mismo modo que uno no cuida su ojo para verse a sí mismo, sino para ver mejor las cosas.
TEXTUAL:
?Si la teoría de la virtud es antropocéntrica, no lo es en el sentido en que pone en el hombre el objetivo de la vida humana, sino en el sentido en que estudia qué condiciones hacen posible al individuo humano acceder a la vida que tiene por objetivo la plena comunión con las personas y con Dios? (p.219)
COMENTARIO:
El objetivo de la vida virtuosa no es la autorrealización del individuo, ni el logro de la virtud por la virtud, del mismo modo que uno no cuida su ojo para verse a sí mismo, sino para ver mejor las cosas. No es correcto, por lo tanto, la idea extendida según la cual el fin último de la vida virtuosa es la propia autorrealización o la propia madurez. La virtud es ciertamente una potenciación de las facultades operativas, pero no tiene por objetivo la potenciación, sino la adhesión al fin último; la virtud realiza las potencialidades del individuo agente, pero las realiza en cuanto que inclina al sujeto al verdadero bien para sí y para las demás personas. Realizarse a sí mismo no es el objetivo de la virtud, sino su efecto formal: actualiza las facultades operativas preparándolas y determinándolas para tender al fin último, que es un bien común, y por lo tanto en relación con las demás personas. Por eso, en la misma esencia de la virtud está la solidaridad con el desarrollo virtuoso de los demás.
FUENTE:
ABBA, Giuseppe: Felicidad, Vida Buena y Virtud (Libro) , , Ed.Eiunsa, 1992 Barcelona
FUENTE AMPLIADA:
ABBA, Giuseppe: Felicidad, Vida Buena y Virtud Ed. Eiunsa, Barcelona, 1992 (1989)
CLAVES: Virtud > Fin de la virtud