Skip to content

Virtud > Fin de la virtud > La virtud no es fin en sí misma

Imagen de Unsplash

RESUMEN:
Crítica de Grisez a Aristóteles: Las virtudes no son la última instancia de la moralidad, no son los criterios últimos de valoración del obrar moral. Los principios morales son antes que la virtud, y la juzgan a ella. Las virtudes son rasgos del carácter de cada persona por los que los actos de sus potencias se someten a la razón, o están impregnadas de racionalidad.



TEXTUAL:
(IX.A

Además de que desde el punto de vista especulativo no es adecuado tratar de reducir la verdad moral a la virtud, tampoco lo es desde el punto de vista práctico. Porque la reflexión ética sólo es útil cuando puede examinar y criticar los postulados que subyacen a las virtudes y vicios aceptados como tales. La reflexión que asume sin discusión un modo de vida, como por ejemplo hizo Aristóteles, no logra superar las inadecuaciones en una estructura político-social, religión, etc, que impiden a sus miembros moralmente buenos el alcanzar, o incluso concebir cuidadosamente, la verdadera felicidad a la que están abiertos sus corazones.

Las virtudes pueden ser valoradas por los principios morales. Las virtudes son rasgos del carácter, que organizan los diversos aspectos de la compleja personalidad humana. La ordenación de estos aspectos establece alguna forma de armonía entre los sentimientos, juicios, elecciones, actuaciones, etc. [deberían dejar claro que la armonía entre ellas es dirigida por la razón; no es mera coincidencia, porque a veces el sentimiento no se somete a la razón tan fácilmente. Las virtudes son los hábitos electivos conforme a la razón; o si se quiere, la virtud es el dominio de la racionalidad sobre las demás potencias, de tal manera que el hombre virtuoso es quien actúa según los dictados de la recta razón] Tales armonías son en sí mismas realizaciones de los bienes básicos. Pero la calidad de estas realizaciones depende de la amplitud con la que encarnen la verdad moral. Por lo tanto, sólo serán verdaderas virtudes aquellos rasgos del carácter que realicen armonías en la personalidad de acuerdo con las exigencias de la verdad moral.



Aunque las virtudes no son primeros principios de la verdad moral, las virtudes genuinas son puntos de partida de la moralidad en el sentido de que son condiciones para una vida moralmente buena. Las virtudes son aspectos de la personalidad completamente integrada [armonica] de una buena persona. Tal personalidad realiza concretamente los bienes reflexivos de acuerdo con la verdad moral. Por lo tanto, tal persona no está dividida entre, de un lado, una voluntad inclinada hacia la realización humana integral y, de otro, los deseos de fragmentos desgajados de tal realización, que con frecuencia tienen un atractivo emocional mayor [que el conjunto]. Por lo tanto, tal persona puede elegir consistentemente lo que está moralmente bien y cumplir las exigencias de una verdadera vida feliz (...)ç



IX.C: Por lo tanto, la teoría ética debe reducir los juicios morales a los primeros principios, más que tratar las virtudes como si fuera puntos de partida irreducibles.



FUENTE:
GRISEZ, BOYLE, FINNIS, : Practical Principles, Moral Truth and Ultimate End (Libro) American Journal of Jurisprudence, 32, Ed.American Journal of Jursisprudence, 1987 IX.A



FUENTE AMPLIADA:
GRISEZ, BOYLE, FINNIS, AAVV: Practical Principles, Moral Truth and Ultimate End Ed. , , 3000



CLAVES: Virtud > Fin de la virtud > La virtud no es fin en sí misma
Volver a la lista
About Us

Making the web a prettier place one template at a time! We make beautiful, quality, responsive Drupal & web templates!

Find out more
Contact Us

019223 8092344

info@themelize.me

Sunshine House, Sunville. SUN12 8LU.