RESUMEN:
De qué modo el concupiscible y el irascible son sujetos de la virtud: en la medida en que "obedecen" el dictamen de la recta razón.

TEXTUAL:
ARTÍCULO IV : En cuarto lugar se pregunta si el irascible y el concupiscible pueden ser sujeto de virtud

(...)

Y PARECE QUE N0.

1. Porque los contrarios por naturaleza son acerca de lo mismo. Pero lo contrario a la virtud es el pecado mortal, el cual no puede estar en la sensualidad, cuyas partes son el irascible y el concupiscible. Por lo tanto, el irascible y el concupiscible no pueden ser sujeto de virtud.



1. A LO PRIMERO, por lo tanto, se ha de decir que la virtud y el pecado mortal se pueden considerar de dos modos: a saber según el acto y según el hábito.



Ahora bien, así como la acción del concupiscible y del irascible, si es considerada en sí misma, no es pecado mortal y sin embargo concurre al acto del pecado mortal cuando por la razón que mueve o consiente tiende a lo contrario de la ley divina, así también sus actos, si son considerados en sí mismos, no pueden ser actos de la virtud, sino solamente cuando concurren para seguir el imperio de la razón. Y de este modo el acto de pecado mortal y el de la virtud pertenecen de algún modo al irascible y al concupiscible, por lo que también los hábitos de ambos pueden hallarse en el irascible y en el concupiscible.

Sin embargo, en realidad ocurre que ASÍ COMO EL ACTO DE VIRTUD CONSISTE EN QUE EL IRASCIBLE Y EL CONCUPISCIBLE SIGUEN A LA RAZÓN, ASÍ TAMBIÉN EL ACTO DE PECADO CONSISTE EN QUE LA RAZÓN ES LLEVADA A SEGUIR LA INCLINACIÓN DEL IRASCIBLE Y DEL CONCUPISCIBLE. Por lo que también, con bastante frecuencia, se acostumbró atribuir el pecado a la razón como a su causa próxima; y, por el mismo motivo, [atribuir a la razón] la virtud del irascible y del concupiscible.

FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Cuestón disputada sobre la virtud (Libro) , , Ed.Eunsa, 08/2000 Pamplona IV

FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Cuestón disputada sobre la virtud Ed. Eunsa, Pamplona, 2000