RESUMEN:
Los apetitos inferiores son a la voluntad como los sentidos externos a la inteligencia, pues así como el hombre percibe por la vista una cosa, por el oído otra, por el olfato otra, etc. por la inteligencia percibe, a partir de los diversos datos que le proporcionan los sentidos, sólo una misma cosa. Y algo semejante ocurre con los apetitos: el apetito nutritivo apetece su bien propio, el sexual su bien propio, etc, y la voluntad se nutre de todos esos apetitos en su propio acto, ya sin pasión ninguna, porque la voluntad como tal no sufre ninguna pasión, aunque se sirva de ellas. Y eso a pesar de que a veces llamemos pasiones impropiamente a los actos de la voluntad, como a la voluntad de venganza a veces la llamamos ira por cierta analogía.

TEXTUAL:
ARTICULO 3 El irascible y el concupiscible se colocan solamente en el apetito inferior o también en el superior?

SOLUCIÓN

§1 (...) Por esto, según Agustín [De Trinit. XV, c.10, n.18], al exterior es distinto lo que el hombre ve y lo que oye; pero interiormente, en el entendimiento, ambas cosas son una misma. Y algo semejante acontece con las potencias apetitivas, puesto que la potencia apetitiva superior es una sola respecto a todas las cosas apetecibles, aunque las potencias apetitivas inferiores se distingan con relación los distintos objetos apetecibles.

§3 Sin embargo, es preciso recordar que así como el entendimiento tiene una cierta operación que mira a los objetos sobre los que actúan los sentidos, por conocer de modo más perfecto, universal e inmaterialmente lo que el sentido conoce material y particularmente, así también el apetito superior tiene una operación que mira a los mismos objetos que los apetitos inferiores, aunque de modo más perfecto. Porque los apetitos inferiores tienden a sus objetos materialmente y con una cierta pasión corporal; pasiones por las que se les ha impuesto los nombres de irascible y concupiscible. En cambio, el apetito superior tiene algunos actos semejantes a los del apetito inferior, pero sin pasión alguna. Y así las obras del apetito superior a veces se llaman pasiones, como la voluntad de venganza se denomina ira, y el descanso de la voluntad sobre algo se llama amor. Y por el mismo motivo la misma voluntad, que origina estos actos, se llama a veces irascible y concupiscible, aunque no propiamente sino por cierta analogía; pero no en el sentido de que en la voluntad existan potencias diversas semejantes al irascible y al concupiscible.

FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Opúsculos y cuestiones selectas, vol. 2 (Libro) , , Ed.BAC, 2003 Madrid Q. SOBRE LA SENSUALIDAD, Art.3 ¿El irascible y el concupiscible se colocan solamente en el apetito inferior o también en el superior? (De Veritate, q.25)

FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Opúsculos y cuestiones selectas, vol. 2 Ed. BAC, Madrid, 2003