Como sabréis, en estos días, se decidirá cómo queda la ley en defensa de la vida que está preparando el Ministerio de Justicia. Hay una presión grande dentro de un sector minoritario del partido para que la ley no salga adelante o salga completamente desvirtuada. Creo que es importante que difundamos estas consideraciones entre el mayor número de personas:

El ministro de Justicia, Alberto Ruíz Gallardón, en cumplimiento del proyecto electoral con el que el Partido Popular ganó las elecciones en 2011, trata de sacar adelante una ley en defensa de la vida del concebido y no nacido, pero resulta que personajes como Feijó, Monago, Herrera, Celia Villalobos, la delegada del gobierno en Madrid y unos pocos más, se oponen públicamente, traicionando el programa con el que ganaron las elecciones.

¿Saben lo que dice ese programa? Literalmente:

«Prestaremos una especial protección a los no nacidos y a la infancia. Proporcionaremos también una atención específica a las mujeres durante su embarazo y en el cuidado de sus hijos menores. Actualizaremos y agilizaremos los procedimientos de acogimiento y adopción, garantizando siempre el interés del menor. La maternidad debe estar protegida y apoyada.

Promoveremos una ley de protección de la maternidad con medidas de apoyo a las mujeres embarazadas, especialmente a las que se encuentran en situaciones de dificultad. Impulsaremos redes de apoyo a la maternidad.

Cambiaremos el modelo de la actual regulación sobre el aborto para reforzar la protección del derecho a la vida, así como de las menores.»

La actitud de ese grupo minoritario dentro del PP es una TRAICIÓN POR PARTIDA DOBLE: primero porque traicionan con alevosía, sin necesidad y además haciendo alarde de ello, a todos los votantes del PP, gracias a los cuales están ahora en el poder. Y segundo, porque traicionan a sus compañeros de partido, que como Ruíz Gallardón, entienden que deben cumplir lo que nos prometieron.

A los ciudadanos nos exigen que cumplamos nuestras obligaciones con la Administración, y nos sancionan por incumplirlas, pero estos políticos, que parecen encumbrados sobre el bien y el mal, no sólo incumplen sus compromisos, sino que además hacen alarde de ello.

¿Qué nos prometerán en su programa para las siguientes elecciones? ¿Nos podemos fiar de ellos? Ciertamente no. Así que en las próximas elecciones, como nos traicionen, por desleales y mentirosos, les votará la madre que los parió.

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