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Acto humano > Objeto de la acción > El acto se especifica por el objeto principal

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RESUMEN:
El acto se especifica moralmente por el objeto de la voluntad, que es el fin próximo de la acción, porque el fin próximo es el primero objeto de la voluntad. Si sobreviene una circunstancia que altera la especie del objeto porque añade una nueva deformidad al acto (p.ej. la fornicación pasa a ser adulterio porque el hecho de ser mujer o marido del otro, añade una nota de injusticia a la fornicación simple), entonces cambia la especie de pecado, y en algunos casos puede hacer pasar de pecado venial a mortal. También puede suceder que un pecado mortal por su género no sea tal si no se realiza con perfecto consentimiento.



TEXTUAL:
RESPUESTA. Debe decirse que un acto moral se dice bueno o malo por su género según su objeto. Mas a esta bondad y malicia puede advenirle una doble bondad o malicia. Una, ciertamente, de la intención del fin, otra, de la circunstancia. Y puesto que el fin es primer objeto de la voluntad, por esto un acto interior toma su especie del fin; y si el acto interior tiene razón de pecado mortal por su fin, el acto exterior pasará a la especie del acto interior, y se producirá pecado mortal, como se ha dicho más atrás. Por otra parte, la circunstancia no siempre da la especie al acto moral, sino sólo cuando añade una nueva deformidad a la especie de pecado a la que se añade: por ejemplo, cuando alguien añade al hecho de tener relaciones con una mujer que no es la suya, el hecho de que sea con la mujer de otro, añade una deformidad contra la justicia; por lo que dicha circunstancia confiere una nueva especie, y propiamente hablando, ya no es circunstancia, sino que se produce la diferencia específica del acto moral. Por tanto, si la circunstancia añadida añade una deformidad tal que sea contraria a un precepto de Dios, entonces hace que lo que es venial por su género, sea mortal. Luego, lo que es pecado venial por su género no puede hacerse mortal por la circunstancia que permanece en razón de la circunstancia, sino sólo por la circunstancia que pasa [el pecado] a otra especie. Por otra parte, también sucede a veces que algo es venial, no por su género, es decir, por parte del objeto, sino más bien por la imperfección del acto, porque se hace sin el consentimiento deliberado de la razón que agota la razón moral del acto: y entonces, la circunstancia que es completiva del acto moral, vuelve mortal el pecado venial, como en este ejemplo, el consentimiento deliberado que sobreviene.



FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Cuestiones disputadas sobre el mal (Libro) , , Ed.Eunsa, 1997 Pamplona q.7 [Sobre el pecado venial], a.4 [Si las circunstancias pueden convertir en mortal un pecado venial], s.



FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Cuestiones disputadas sobre el mal Ed. Eunsa, Pamplona, 1997 (1268)



CLAVES: Acto humano > Objeto de la acción > El acto se especifica por el objeto principal
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