RESUMEN:
El amor creador como fundamento de la belleza del ser creado y analogía con la racionalidad del ser: Sería absurdo tratar de buscar la racionalidad del mundo si se tuviera el prejuicio de que es fruto de procesos irracionales
TEXTUAL:
Pulchrum pp. 14-15
La creación puede considerarse desde varias perspectivas. Entenderla solamente como la «posición en la existencia» o «concesión del ser» sería reduccionista. Si el Creador no es una especie de «principio universal» impersonal, sino un Ser personal, la creación será, como es propio de los actos de las personas, un acto inteligente y libre. Por esto la creación puede considerarse como fruto de la Sabiduría creadora o del Amor creador. En cuanto fruto de la Sabiduría creadora, las criaturas son adecuadas a una inteligencia y, por tanto, son inteligibles y ontológicamente verdaderas: así, nosotros las conocemos porque las criaturas son inteligibles, pero son inteligibles porque en su realidad han sido constituidas por una Inteligencia. En la búsqueda de la racionalidad del mundo se manifiesta una fe implícita en que el mundo es fruto de una inteligencia. Sería absurdo tratar de buscar la racionalidad del mundo si se tuviera el prejuicio de que es fruto de procesos irracionales. Nadie trata de encontrar la lógica de la distribución de los objetos en el cuarto de juego de un niño pequeño. En cambio sí se puede buscar la lógica en la distribución de los libros en la biblioteca de un sabio, porque se presupone que esa distribución es fruto de una inteligencia. Si se pone como premisa que no hay ninguna inteligencia creadora, buscar significados en el mundo, es decir, tratar de entender la realidad, sería tan tonto como tirar al azar un puñado de letras y enfadarse porque ha resultado una frase ofensiva. Es absurdo enfadarse por eso porque, a pesar de la apariencia, en realidad no hay ningún significado, y no hay ningún significado porque no hay nadie, ninguna inteligencia que lo haya dicho.
Por eso se dice que la Inteligencia de Dios «mide» y no «es medida» por nada; las criaturas son «medidas» por la Sabiduría de Dios y «miden» el conocimiento humano; y éste «es medido» por la verdad de las cosas y no las «mide», salvo las artificiales.
[Nota 6 «Las cosas naturales, de las que nuestro intelecto recibe la ciencia, miden nuestro intelecto, según se dice en el libro X de la Metafísica. Pero son medidas por el intelecto divino, en el cual se encuentran todas las cosas como todos los artificios en el intelecto del artífice. Así pues, el intelecto divino mide y no es medido, las cosas naturales miden y son medidas, y nuestro intelecto es medido y no mide las cosas naturales, sino únicamente las artificiales» (Sanro Tomás de Aquino, QQ. disputatae de Veritate, q. 1, a. 2 c.).]
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Análogamente [al por qué son inteligibles] las criaturas tienen bondad, son buenas porque han sido causadas al ser amadas por Dios. Según el grado de bondad que podemos ver en la criatura, podemos decir que Dios la ha querido con una cierta intensidad (7).
[Nota 7 «Como quiera que el amor de Dios sea lo que causa el bien de la criatura, según los diversos grados de bondad que hay en las criaturas, podemos decir que Dios ama diversamente a unas y otras, sin que esto suponga ninguna mutación el Él. Por esto se dice que ama a todas las criaturas en cuanto que da a cada una su bondad natural. Pero hay un amor singular y perfecto, como de amistad, con el que no sólo ama a la criatura como el artífice a su obra, sino también, en una cierta comunión amistosa, como el amigo al amigo, en cuanto que los lleva a la comunión de su gozo, de forma que participen en la gloria y bienaventuranza del mismo Dios. Ése es el amor con que ama a los santos, que es el amor por antonomasia, y por eso también al afecto de ese amor se le llama por antonomasia gracia, aunque también todos los bienes naturales pueden llamarse gracia, pues son concedidos por Dios gratuitamente» (Santo Tomás de Aquino, In II Sent., dist 26, q. 1, a. 1 ad 2um).]
FUENTE:
RUIZ RETEGUI, Antonio: Pulchrum (Libro) , , Ed.Rialp, 1999 Madrid I. ¿QUÉ ES LA HERMOSURA?, 2 . La fundamentación de la belleza en la finalidad: ética y estética. a) La creación por el amor
FUENTE AMPLIADA:
RUIZ RETEGUI, Antonio: Pulchrum Ed. Rialp, Madrid, 1999 (1998)
CLAVES: Belleza > Fundamento de la belleza