BARRIOS, Carlos (*), “La medicina enferma”, en La eutanasia en España (A. Masferrer, ed.), Rialp, Madrid, 2021
[eutanasia no es un acto médico, no es un servicio sanitario] p. 42 Seguiremos argumentando a los futuros profesionales de la salud que la eutanasia no es un acto médico, no es un servicio sanitario, a pesar de que se inste al médico a realizarla. (…) La eutanasia solo persigue acabar con la vida del paciente para evitar su sufrimiento. Esta práctica no puede serle exigida al médico, ya que su fin, la muerte, se opone diametralmente al de la vocación médica: la salud y la vida.
[que la muerte atraiga más que la vida es en sí mismo una patolgoía] p. 42 En muchos de los pacientes con enfermedades incurables que se plantean anticipar el momento de la muerte asistidos por sus médicos, esa decisión no responde nada más que a cuadros depresivos asociados a la enfermedad y que son susceptibles de tratamiento médico y / o psicológico, si se saben diagnosticar.
[La pendiente resbaladiza:] p. 43 La ley española comienza en el punto al que han llegado ya los Países Bajos y Bélgica. Lamentable precocidad. Considera a los enfermos con grave deterioro cognitivo como jurídicamente capaces para tomar una decisión consciente y válida.
[Eutanasia, muerte natural] p. 43 Pero, además, no se sorprendan, las muertes derivadas de la eutanasia deberán ser declaradas muertes naturales. ¿Puede llamarse natural a la muerte sobrevenida por una inyección letal? ¿Cuánto de natural resulta matar? Evidentemente, ningún profesional sanitario en su sano juicio habrá asesorado semejante sandez.
[La importancia de los cuidados paliativos] p. 43 Desde las Facultades de Medicina seguiremos reclamando una política de desarrollo de los Cuidados Paliativos, recomendada por la OMS desde 2014, y que, sin embargo, siguen siendo reiteradamente marginados u olvidados por el sistema sanitario. Continuaremos ayudando a los alumnos a descubrir el valor y el sentido de la vida humana, fundamentado en la inalienable dignidad de todo ser humano y de un modo especial, del enfermo y sufriente, tratándolo, especialmente cuando solicita anticipar su muerte, como lo debe hacer un médico y no como un verdugo. Seguiremos considerando la eutanasia como la más indigna de las muertes porque atenta contra la dignidad del hombre y destruye el bien más precioso que posee y que no se ha dado a sí mismo: la vida y toda su riqueza, también en momentos de sufrimiento o desesperanza.
(*) Carlos Barrios es catedrático acred. de Cirugía Ortopédica, decano de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud, y director del Instituto Universitario de Investigación en Enfermedades Músculo-Esqueléticas de la misma universidad, donde desarrolla su actividad docente e investigadora en la actualidad. Trabajó en el Karolinska Institute, Estocolmo, Suecia (1986-1992) como International Research Fellow en Cirugía Ortopédica Oncológica. Ha sido Investigador Principal en 6 proyectos del Plan Nacional de investigación e investigador asociado en otros 4. Ha participado como Investigador responsable del grupo español en 2 Proyectos Europeos financiados con fondos de la UE. Ha sido director del Programa de Doctorado en Ciencias de la Salud de la Universidad Católica de Valencia desde su creación en 2013 hasta 2016. Ha dirigido 32 Tesis Doctorales, ha publicado más de 130 artículos en revistas internacionales incluidas en el JCI y 250 comunicaciones a Congresos Internacionales. Es fundador y actualmente miembro de la Junta Directiva de INVESCOT (Asociación Española de Investigación en Cirugía Ortopédica y Traumatología). También fundó y es presidente de la ONGD Asociación Valencia de Asistencia Sanitaria y Social Voluntaria desde 1994.