RESUMEN:
Debemos amar más a Dios que al prójimo porque EL MOTIVO DE AMAR ES MÁS AMADO QUE LO QUE SE AMA POR ESE MOTIVO. El fundamento de toda amistad de caridad reside en los bienes que se comunican por medio de ella, y en la amistad se comunica la bienaventuranza; en cambio en la amistad con Dios nos comunicamos con la propia causa de la bienaventuranza.
TEXTUAL:
Solución. Hay que decir: Toda amistad considera con preferencia aquello que atañe principalmente al bien en cuya comunicación se funda, y así, la amistad política se fija principalmente en el príncipe de la ciudad, de quien depende el bien común total de la misma. Por eso los ciudadanos le deben también, sobre todo, fidelidad y obediencia. Pues bien, la amistad de caridad se cimienta en la comunicación de la bienaventuranza, que esencialmente radica en Dios como primer principio, y de él se deriva a todos los seres capaces de poseerla. Por eso Dios debe ser amado con caridad de manera peculiar y en sumo grado, dado que es amado como causa de la bienaventuranza; el prójimo, en cambio, como copartícipe nuestro de esa bienaventuranza.
FUENTE:
Suma de Teología II-II q.26, a.2, s.
FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología II-II (a) Ed. BAC, Madrid, 1995 (1271)
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