RESUMEN:
«Aunque tanto el apetito natural como el apetito animal apetecen el bien, MEDIANTE EL APETITO NATURAL NINGUNA COSA APETECE EL BIEN POR SÍ MISMA, COMO HACE MEDIANTE EL APETITO ANIMAL; por eso, para apetecer el bien con apetito animal se exige una potencia que no es exigida para apetecer mediante el apetito natural. Además el bien al que se dirige el apetito natural es determinado y uniforme, lo que no ocurre con el bien que se apetece mediante el apetito animal. Y algo semejante puede concluirse acerca de la virtud motora.»
TEXTUAL:
Argumentos que niegan que sea una potencia del alma y respuesta de Sto. Tomás
Arg. 3. Las operaciones y las potencias se diferencian por sus términos, y el término del apetito natural y del apetito animal es el mismo: el bien; luego en ambos es la misma la potencia o la operación. Pero el apetito natural no es potencia del alma; luego tampoco el apetito animal. [Si el apetito animal es una potencia del alma, entonces todas las cosas que se mueven con apetito natural habrían de tener también potencia apetitiva, pero lo cierto es que no la tienen y todos apetecen el bien, ¿por qué entonces va a existir una potencia apetitiva específica para el apetito animal?]
Ad. 3 Aunque tanto el apetito natural como el apetito animal apetecen el bien, MEDIANTE EL APETITO NATURAL NINGUNA COSA APETECE EL BIEN POR SÍ MISMA, COMO HACE MEDIANTE EL APETITO ANIMAL; por eso, para apetecer el bien con apetito animal se exige una potencia que no es exigida para apetecer mediante el apetito natural. Además el bien al que se dirige el apetito natural es determinado y uniforme, lo que no ocurre con el bien que se apetece mediante el apetito animal. Y algo semejante puede concluirse acerca de la virtud motora.
FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Opúsculos y cuestiones selectas, vol. 2 (Libro) , , Ed.BAC, 2003 Madrid Q. sobre el apetito del bien, Art. 3 Si el apetito es una potencia especial del alma (De Veritate, q.22)
FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Opúsculos y cuestiones selectas, vol. 2 Ed. BAC, Madrid, 2003
CLAVES: Apetitos del hombre > Potencia apetitiva