RESUMEN:
Las hijas de la avaricia son siete. Una deriva del retener desordenadamente los propios bienes, y así tenemos la DUREZA DE CORAZÓN ante la miseria ajena; las demás proceden de la pretensión de adquirir excesivos bienes, y así tenemos un vicio que permanece dentro del corazón del avaro, LA INQUIETUD; y otros que se manifiestan en obras: LA VIOLENCIA (uso de la fuerza), LA MENTIRA, EL PERJURIO, EL FRAUDE (mentir con obras) Y LA TRAICIÓN

TEXTUAL:
RESPUESTA:

§3 Y Gregorio, en el libro XXXI [c. 45, n.88] de sus Morales, asigna a ella siete hijas, que son la traición, el fraude, la mentira, el perjurio, la inquietud, la violencia y la dureza de corazón; sobre las cuales puede considerarse la siguiente distinción. En efecto, a la avaricia pertenecen dos cosas, de las cuales, una es RETENER EN EXCESO, y de esta parte de la avaricia procede [1] la dureza de corazón, o inhumanidad, pues está claro que el avaro endurece su corazón, al no asistir piadosamente a otro en sus cosas. La otra cosa que pertenece a la avaricia es ADQUIRIR EN EXCESO, y de acuerdo con esto, la avaricia puede ser considerada de dos modos: de un modo según lo que hay en el corazón del avaro; y así de ella surge [2] la inquietud, porque conduce al hombre a preocupaciones y cuidados superfluos; pues como se dice en Eclesiastés, V, 9: "el avaro no se harta de dinero". Pero el segundo puede ser considerado según lo que se presenta al ejecutar el acto; y de este modo, al adquirir lo ajeno, algunas veces hay uso de la fuerza, y así surge [3] la violencia; pero algunas otras hay dolo: el cual, si se produce al hablar, habrá [4] mentira las simples palabras por las que alguien engaña a otro para lucrarse; y si las palabras se confirman bajo juramento, habrá [5] perjurio. Y si el dolo se comete al obrar, en las cosas mismas habrá [6] fraude; y en cuanto a las personas habrá [7] traición, como sucedió con Judas, quien debido a su avaricia se hizo traidor de Cristo.

FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Cuestiones disputadas sobre el mal (Libro) , , Ed.Eunsa, 1997 Pamplona q.13 [Sobre la avaricia], a.2 [Si la avaricia es un pecado mortal]

FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Cuestiones disputadas sobre el mal Ed. Eunsa, Pamplona, 1997 (1268)