RESUMEN:
Entendida la avaricia como la entiende Aristóteles (como retención o apropiación injusta de bienes ajenos) es el vicio opuesto a la justicia. Y en este sentido la avaricia no tiene otro vicio opuesto a ella en el otro extremo, porque quien da más de lo que corresponde o retiene menos de lo que debe no es debido a un vicio especial.
TEXTUAL:
4. Todo pecado especial tiene otro pecado opuesto a él, como se dice en el libro II de la Ética. Pero la avaricia no tiene un pecado opuesto a sí, como es patente por lo que dice el Filósofo en el libro V de la Ética. Luego, la avaricia no es un pecado especial.
4. A LO CUARTO debe decirse que dicho argumento es procedente tratándose de la avaricia que se opone a la justicia. Pues la justicia es, ciertamente, medio entre lo superfluo y lo escaso; pero no es medio entre dos vicios como las demás virtudes, según se dice en el libro V de la Ética. Pero que alguien se exceda al adquirir o retener algo más allá de lo justo debido, es cierta malicia, y pertenece a la avaricia. Mas el que alguien tenga menos de lo que le corresponde, esto no es hacer lo injusto, sino padecer lo injusto, que es más pena que culpa. Y según esto, la avaricia (no) se opone a ningún pecado.
FUENTE:
CLAVES, Claves: claves (Libro) , , Ed., 2004 q.13 [Sobre la avaricia], a.1 [Si la avaricia es un pecado especial]
FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Cuestiones disputadas sobre el mal Ed. Eunsa, Pamplona, 1997 (1268)
CLAVES: Avaricia > Justicia y avaricia