RESUMEN:
Es bueno absolutamente lo que place a un hombre bueno
TEXTUAL:
EE, VII, 1235b30: Una vez definido esto, hemos de tomar otra hipótesis. Ciertos bienes son buenos absolutamente; otros, buenos para ciertos hombres, pero no absolutamente; y las mismas cosas son absolutamente buenas y absolutamente agradables. En efecto, las cosas que son convenientes a un cuerpo sano, decimos que son absolutamente buenas para el cuerpo, pero no las que son convenientes a un cuerpo enfermo, como las medicinas y la amputaciones. Igualmente, las cosas agradables para un cuerpo sano e íntegro son absolutamente agradables para el cuerpo, por ejemplo, el vivir en la luz y no en la oscuridad, aunque sea lo contrario para el que padece oftalmía. Y el vino más agradable no es el que place al hombre cuya lengua ha sido estropeada por la borrachera, pues los borrachos añaden vinagre [al vino], sino el que agrada al hombre que conserva el sentido intacto. Lo mismo ocurre con el alma: lo agradable no es lo que place a los niños y a los animales, sino a los adultos; al menos son estas cosas las que elegimos cuando recordamos unas y otras. Y la misma relación que hay entre un niño o un animal y un adulto es la que hay entre un hombre malo o necio y el hombre bueno y sabio; para éstos, lo agradable es lo que está de acuerdo con su modo de ser, y esto es lo que es bueno y bello.
FUENTE:
ARISTÓTELES, : Ética Nicomáquea - Ética Eudemia (Libro) , , Ed.Gredos, 1998 Madrid EE, VII, 1235b30
FUENTE AMPLIADA:
ARISTÓTELES, : Ética Nicomáquea - Ética Eudemia Ed. Gredos, Madrid, 1998 (1985)
CLAVES: Bienes humanos > Identificación > Por el gusto del hombre virtuoso