La anécdota del parque: "¡por fin la naturaleza!, dijo ella"

Cuenta Fabrice Hadjadj:
p. 63 En ecuador, cuaderno de viaje de un poeta que, como él mismo confiesa en el prefacio, «no sabe viajar ni llevar un diario», Henri Michaux cuenta lo que dijo una pasajera poco después de desembarcar en Belém de Pará. ciudad portuaria en la desembocadura del Amazonas:

Una joven que estaba a bordo, procedente de Manaos, al llegar a la ciudad esa mañana con nosotros, al pasar por el Gran Parque, bien cuidado, tuvo un suspiro de alivio: «¡Ah. por fin la naturaleza!», dijo ella. Pero venía de la selva
Es que le ponía mala cara rudamente a la selva ecuatorial. A izquierda y derecha delríofl].
Para esta joven Mañanara, la naturaleza es el parque bien cuidado, preparado para pasear. La selva, por el contrario, le parecía como un enmarañamiento informe y peligroso: prisión de lianas, reino de la rana venenosa, del jaguar hambriento, de los mosquitos infatigables y de las hormigas balas de fusil... La amenaza ahí es permanente —imposible sentarse para admirar el decorado—.
HADJADJ, Fabrice: Por fin la naturaleza, dijo ella, en en AAVV: Qué es la naturaleza, Ed. Rialp, Madrid 2023 (la versión original Qu´est-ce que la naturae? Suivi de "enfin la nature!" dit-elle" es de 2022),