p. 27 Hablar de moral objetiva es una tautología, porque no hay moral si no está dotada de objetividad. Y esta objetividad supone necesariamente el abandono de la concepción individualista del hombre, y el reconocimiento de la primacía de la comunidad sobre el individuo[Philip J. ROSS, De-Privatizing Morality, Avebury, Aldershot-Brookfield, 1994, p.57].
El hombre como individuo no es agente mo...