Showing all posts tagged alfredo-cruz-deseo-y-verificacion:

La virtud nos capacita para ver la realidad tal como es

La virtud nos capacita para ver la realidad tal como esp. 380 Efectivamente, ver la realidad tal como es, no es algo que podemos dar por supuesto en las cuestiones morales. En verdad, es una ardua – y quizá la primera y principal– tarea moral ver las cosas como realmente son, y, por esto, la filosofía moral –como afirma MacIntyre, siguiendo a Murdoch– debe ocuparse de cómo llegamos a ver las c...

Consecuencialismo

Consecuencialismop. 342 CONSECUENCIALISM: Esto mismo ocurre en el consecuencialismo, de manera más clara y radical. En este planteamiento, la moralidad de la acción no reside en lo obrado mismo, en lo elegido eficientemente por el sujeto, sino en lo que éste prevé y desea que se desprenda como consecuencia de lo obrado por él. p. 344 Para responder acabadamente el desafío del consecuencialismo,...

La inclinación natural al fin propio consti­tuye la participación de la ley eter

La inclinación natural al fin propio consti­tuye la participación de la ley eterna en el hombre, según el modo común a todas las criaturas de esta participación. El conocimiento natural de los princi­pios de la razón práctica, constituye el modo específico, y añadido al anterior, en que se da en el hombre esa participación; y es este conocimiento lo que cabe entender como ley natural en el homb...

La ley natural es el precepto –evidente– que la razón práctica formula –naturalmente– al operar a partir de una tendencia natural

p. 153 Y a esto hay que añadir que la naturalidad de la operación de la razón y la evidencia del precepto tienen lugar cuando la razón actúa desde y en confor­midad con una inclinación natural118. La ley natural es el precepto –evidente– que la razón práctica formula –naturalmente– al operar a partir de una tendencia natural. No hay duda, pues, de que la doctrina de la ley natural comporta la p...

La razón práctica versa sólo sobre los medios

p. 138 Todo esto implica claramente que la razón práctica sólo versa sobre los medios. Toda elección es por un fin, pero el fin mismo no es objeto de elección ni de deliberación90. Como principio del conocimiento práctico, el fin es punto de partida y presupuesto de este conocimiento. Si la deliberación versara también sobre el fin, la deliberación sería infinita por lo que respecta a su punto ...

La separación entre hechos y valores, entre una visión neutra y una visión valorativa de la realidad, es un artificio mental que supone dividir al sujeto en dos

P. 115 La separación entre hechos y valores, entre una visión neutra y una visión valorativa de la realidad, es un artificio mental que supone dividir al sujeto en dos: un sujeto estático e indiferente, y un sujeto dinámico, dotado de deseos, de intereses, de pro­yección. Pero el sujeto que percibe la realidad es siempre el sujeto entero, el sujeto uno y único, que es sujeto de apetitos y tende...

p. 111 Volver a poner el bien en el centro de la filosofía moral, y poner en la

p. 111 Volver a poner el bien en el centro de la filosofía moral, y poner en la periferia las categorías que la tradición legalista ha hecho centrales –ley, obligación, conciencia, mérito–, implica poner igualmente en el centro de la filosofía moral el apetito, la dimensión desiderativa del hombre.

Contra Kant: la ética de Kant es una ética del mérito, no de la felicidad

Contra Kant: la ética de Kant es una ética del mérito, no de la felicidadp. 103 Como toda reflexión moral basada en la sola fenomenología de la con­ciencia, la ética de Kant es una filosofía del mérito, no del bien, de la felicidad, de aquello que constituye la auténtica perfección de nuestro obrar. Por esto Kant puede decir que la filosofía moral no es la teoría acerca "de cómo hacernos felice...

Contra Kant: No obramos por amor al deber, sino por amor al sumo bien, que es siempre personal

Contra Kant: No obramos por amor al deber, sino por amor al sumo bien, que es siempre personalp. 101 . Lo que un enfermo desea y espera de sus amigos, no es que le visiten por deber, sino por amistad. El deber no es siempre la mejor motivación, pues obrar por deber lo que es bueno, lo conforme con el deber, puede arruinar, puede dejar sin sentido lo que se hace por ese motivo: tanto más, cuanto...

Contra Finnis-Grisez: el primer principio es un principio moral (faciendum)

Contra Finnis-Grisez: el primer principio es un principio moral (faciendum)p.74 [crítica a la idea neoclásica de que el primer principio del obrar no es un principio moral] Por esto, el modo de formular los primeros principios en estos autores –el conocimiento, la vida, etc., es un bien to be pursued– no es equivalente, en verdad, al modo como Santo Tomás formula el primer principio, que es for...

El razonamiento moral es el mismo razonamiento prudencial. la razón práctica no hace otra cosa que ordenar medios –acciones– a fines

p. 68 El razonamiento moral es el mismo que el razonamiento prudencial, la racionalidad moral no es más que racionalidad práctica; y la razón práctica no hace otra cosa que ordenar medios –acciones– a fines. CRUZ PRADOS, Alfredo: Deseo y verificación, Eunsa, Pamplona, 2015, p. 68

La calidad del trabajo afecta a la calidad moral de la persona, y la calidad moral de la persona afecta a la calidad del trabajo

[la calidad del trabajo afecta a la calidad moral de la persona, y la calidad moral de la persona influye en la calidad del trabajo]p. 60 Respecto de cualquier actividad real, lo poiético, en cuanto distinto de lo moral, es sólo una abstracción. El zapatero en cuanto zapatero, distinguido del zapatero en cuanto hombre, no es un sujeto real. Y la actividad que asignáramos al primero, sin poder a...

La división religiosa de la modernidad favoreció la mentalidad legalista

p.55 [racionalismo ético] En el pensamiento moderno y secularizado, la concepción legalista y juridizante de la moral fue favorecida por la experiencia del desacuerdo religioso y moral, vivida como el problema principal y más urgente de la ética. Ante la pluralidad discordante de doctrinas, el hombre moderno sentía la necesidad apremiante de una orientación moral explícita, neta y precisa, que ...

Pero las virtudes tampoco son el fin, sino el bien al que nos disponen. No comemos para adquirir la templanza, sino que adquirimos la templanza para comer bienPero las virtudes tampoco son el fin, sino el bien al que nos disponen. No comem

Pero las virtudes tampoco son el fin, sino el bien al que nos disponen. No comemos para adquirir la templanza, sino que adquirimos la templanza para comer bien CRUZ PRADOS, Alfredo: Deseo y verificación, Eunsa, Pamplona, 2015, p. 54 La virtud no es la razón última y absoluta de nuestras acciones y, por tanto, tiene sentido justificarla, porque la caracterización de nuestro obrar en términos de...

La ley se ordena a la virtud, no la virtud a la ley (Kant dice lo contrario)

p. 53 . Si –como ocurre en el deontologismo– se hace de la ley lo primordial y absoluto, y la virtud se valora, por tanto, en cuanto nos ayuda a cumplir la ley, a obrar "moralmente", la ley no sólo tiene que ser categórica, sino que es imposible de justificar. Pero si se entiende que es la ley la que se ordena a la virtud, es necesario justificar la virtud, para que la ley quede justificada por...

La ética de Santo Tomás parte de las virtudes, no de la ley. No hay una doctrina moral derivada de la ley natural

p. 46 La ética de Santo Tomás, comenzando por el deseo de felicidad de todo hombre, se interesa primera y principalmente por los principios internos –há­bitos, virtudes– de la consecución de esa felicidad, de la bondad del obrar, y sólo se interesa por los principios externos –por la ley– posterior y secundaria­mente, en razón de su relación con los principios internos. Esta ética no se basa en...

Justificar un imperativo es demostrar su carácter hipotético. No hay imperativos categóricos

p. 33 Es lógico que Kant no consiga justificar racionalmente el imperativo cate­górico, porque justificar un imperativo no es otra cosa que demostrar su ca­rácter hipotético, su condición de medio necesario para un fin. Toda obligación, mandato o imperativo es racional en cuanto que es condicional; y, lógicamente, sólo obliga si es racional. En rigor, un imperativo categórico, una obligación in...

La prescripción procede de la tendencia, no del conocimiento de la tendencia

p. 119 No es el conocimiento de que el chocolate es dulce lo que causa el deseo de lo dulce; es este deseo lo que causa que ese conocimiento sea conocimiento de que el chocolate es algo bueno. Conocer que una planta necesita algo para crecer –señalaba Anscombe, como ya vimos– sólo influye en nuestra acción, sólo es para nosotros razón para actuar, si deseamos que la planta crezca, pero no hay n...

La excelencia en el modo de conocer depende de la excelencia en el modo de apetecer

p. 12 Recuperar la concepción de la ética centrada en la virtud significa volver a situar los apetitos, deseos e intereses del hombre en el centro de la reflexión moral; volver a hacer de la ética una investigación sobre lo que los hombres buscan y desean de manera auténtica y radical; volver a reconocer, por tanto, que el sujeto de la moral es el ser humano considerado principalmente como ser ...

Contraposición kantiana – y, en general, moderna– entre autonomía y apetito, entre libertad y naturaleza: entender la naturaleza como mencanismo es negar su carácter de naturaleza:

Contraposición kantiana – y, en general, moderna– entre autonomía y apetito, entre libertad y naturaleza: entender la naturaleza como mencanismo es negar su carácter de naturaleza:p. 176 Para Kant, un obrar cuyo principio sea el apetito, y que, por tanto, esté regido por imperativos meramente hipotéticos, sólo puede ser un obrar heteró­nomo. Sólo puede ser autónomo un obrar cuyo principio sea l...

Lo que se hace por hábito acontece como si fuera natural. Qué es la ley natural

p. 388 Por esto, lo que se hace por hábito "acon­tece ya como si fuera natural, pues lo habitual es semejante a la naturaleza"80 (Ret. 1370a 6). He aquí la reducción de la doctrina de la ley natural a la doctrina de la virtud. La ley natural no es otra cosa que el modo de obrar que procede de la virtud, el que el virtuoso lleva a cabo con la naturalidad e invariabilidad de quien está determinad...

Al adquirir un determinado carácter –virtuoso o vicioso–, no permane­cemos como equidistantes entre el bien y el mal, entre obrar de un modo y obrar de modo contrario. Si el carácter es virtuoso, el bien se nos hace próximo, inmediato

Al adquirir un determinado carácter –virtuoso o vicioso–, no permane­cemos como equidistantes entre el bien y el mal, entre obrar de un modo y obrar de modo contrario. Si el carácter es virtuoso, el bien se nos hace próximo, inmediato, dominante, mientras que el mal se vuelve remoto, ajeno y repulsivo hasta hacerse impracticable. Para el hombre justo, obrar injustamente no sigue siendo tan posi...

El hombre será bueno y feliz si realiza bien su función o actividad propia

CRUZ PRADOS, Alfredo: Deseo y verificación, Eunsa, Pamplona, 2015, p. 199 Lo que Aristóteles está sosteniendo es que conocer lo que es una cosa, es conocer lo que ésta hace característicamente24; que "todas las cosas se definen por su función y capacidad"25; y que "la función de cada cosa es su fin"26. De aquí, que debamos preguntarnos en qué actividad consiste ser hombre, cuál es la actividad ...

El juicio del hombre virtuoso como criterio de felicidad

El juicio del hombre virtuoso como criterio de felicidadp.217 Ante el desacuerdo sobre el contenido de la felicidad, Aristóteles y Santo Tomás no recurren a un concepto de naturaleza humana que permita deducir con todo detalle y seguridad ese contenido, sino que recurren al juicio del hombre mejor dispuesto, pues el bien concreto que se apetece como determinación de la felicidad, depende del mo...

Hacer algo por deber es síntoma de la imperfección moral del sujeto

Hacer algo por deber es síntoma de la imperfección moral del sujeto El sentido moral de la obligación. El reconocimiento de un apetito natural es la única vía para justificar racionalmente la universalidad de la moral: p. 187 El carácter obligatorio con el que se presenta el precepto en el proceso de la acción, es sólo índice de la imperfecta condición moral del sujeto respecto de dicha acción...

Edonismo y eudemonismo

EDONISMO Y EUDEMONISMOP. 220 Que la acción virtuosa es elegida también por la felicidad, no es de ningún modo incompatible con lo anterior, porque la felicidad no es un producto o resultado externo de la acción virtuosa. Esta acción está ordenada a la felicidad, pero no lo está como un medio externo e instrumental, sino como una parte constitutiva de la felicidad misma88. La acción virtuosa es ...