RESUMEN:
Los actos humanos en cuanto humanos se diversifican por su conformidad o no con la razón. Los actos humanos se consideran buenos o malos en la medida que el acto concuerda con la razón informada por la ley divina, ya sea naturalmente, por medio de la doctrina, o por una infusión. El ejemplo de la diferencia entre mantener relaciones sexuales con la propia mujer y con la mujer de otro.


TEXTUAL:
ARTÍCULO 4

Si todo acto es indiferente

[se refiere a si hay actos buenos o malos en sí mismos, con independencia de la voluntad con que se hagan]



RESPUESTA.

§ 3 (...) los actos humanos se consideran buenos o malos en la medida que el acto concuerda con la razón informada por la ley divina, ya sea naturalmente, por medio de la doctrina, o por una infusión (...).

Así, pues, si el existir según la razón o sin ella pertenece a la especie del acto humano, es necesario decir que unos actos humanos son buenos en sí, y otros son malos en sí.



§7 Luego, si se consideran los objetos de los actos humanos por su adecuación o no a la regla de la razón, dicha adecuación diversificará la especie de los actos [en actos buenos y malos], y esto aunque no sean diferentes por su especie en cuanto que son actos de alguna otra potencia: por ejemplo, tener relación sexual con la propia mujer y con la mujer de otro, son actos que tienen objetos diferentes según aquello que pertenece a la razón; en efecto, el que la mujer sea la propia o no lo sea es una cuestión que está determinado por la regla de la razón; diferencia que, sin embargo, se consideran per accidens, si se compara con la fuerza generativa, o incluso con la fuerza concupiscible [porque lo mismo da de cara al apetito sensitivo que la mujer sea propia o sea la de otro, si las dos tienen un cuerpo parecido, se entiende]. Y por esto, mantener relaciones con la propia mujer o con la de otro son acciones que difieren por su especie en cuanto que son actos de la razón, mas no en cuanto que son actos de la facultad generativa o de la concupiscible.

Así, pues, está claro que difieren por su especie en cuanto que son actos humanos. Luego, está claro que a los actos humanos les corresponde por su especie ser buenos o malos.

Y por esto debe decirse absolutamente que algunos actos humanos son buenos o malos en sí, y no todos son indiferentes; a no ser que sólo sean considerados en su género. Pues así como se dice que un animal en cuanto animal, ni es racional ni irracional, así también puede decirse que el acto humano en cuanto que es acto, aún no tiene razón de bien o de mal moral, a no ser que se le añada algo que está en relación con su especie, a pesar de que, por esto mismo de que es acto humano, y mas aún por esto mismo de que además es acto, y finalmente, por esto de que es ente, posee alguna razón de bien. Pero no de este bien moral que es existir según la razón, del que ahora hablamos.



FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Cuestiones disputadas sobre el mal (Libro) , , Ed.Eunsa, 1997 Pamplona q.2 [Sobre los pecados], a.4 [Si todo acto es indiferente], s.


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Cuestiones disputadas sobre el mal Ed. Eunsa, Pamplona, 1997 (1268)


CLAVES: Acto humano > Objeto de la acción