RESUMEN:
La bondad de la voluntad depende de la razón, porque la voluntad sólo entiende el idioma de la razón, y no el de las demás potencias.


TEXTUAL:
Solución. Hay que decir: La bondad de la voluntad depende propiamente del objeto, como se dijo (a. 1.2). Pero el objeto de la voluntad le es presentado a ella por la razón, pues el bien entendido es el objeto de la voluntad que le es proporcionado; en cambio, el bien sensible o imaginario no es proporcionado a la voluntad, sino al apetito sensitivo, porque la voluntad puede tender al bien universal, que aprehende la razón, mientras que el apetito sensitivo sólo tiende a un bien particular, que aprehende la fuerza sensitiva. Por eso la bondad de la voluntad depende de la razón del mismo modo que depende del objetoa.


FUENTE:
Suma Teologica, I-II q.19, a.3


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología, I-II Ed. Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 1989


CLAVES: Acto humano > Objeto de la acción > Bonum rationis