RESUMEN:
El apetito intelectual, llamado voluntad, se mueve en nosotros a través del apetito sensitivo


TEXTUAL:
Respuesta a las objeciones. 1. A la primera [que objeta que como en Dios no hay pasiones, y el amor es una pasión, en Dios no hay amor] hay que decir: La fuerza cognoscitiva no mueve más que a través de la apetitiva. Y así como en nosotros la razón universal mueve a través de la razón particular, según se dice en el III DE ANIMA 2, así también el apetito intelectual, llamado voluntad, se mueve en nosotros a través del apetito sensitivo. Por eso, el motor inmediato del cuerpo en nosotros es el apetito sensitivo. De ahí que el acto del apetito sensitivo se dé junto con algún cambio corporal; de modo especial el corazón, que es el primer principio de movimiento en el animal. Es así como los actos del apetito sensitivo, en cuanto que llevan anexo un cambio corporal, son llamados PASIONES, y no actos voluntarios. Así, pues, el amor, el gozo y el deleite son pasiones en cuanto actos del apetito sensitivo; pero no lo son en cuanto actos del apetito intelectual. Como tales son atribuidos a Dios. Por eso el Filósofo en VII ETHIC. 3 dice: DIOS GOZA CON UNA ÚNICA Y SIMPLE OPERACIÓN. Por lo mismo, ama sin pasión.


FUENTE:
Tomás de Aquino: Suma Teologica, I, q. ?? [trad. BAC Maior, 2001]


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología, Parte Primera Ed. BAC, Madrid, 2001 (1273)


CLAVES: Apetitos del hombre > Relación entre apetito intelectual y sensitivo