RESUMEN:
«el agnosticismo es, por esencia, algo más que una teoría; lo que en él se juega es, en realidad, una práctica de vida» «FRENTE AL TEMA DE DIOS, EL HOMBRE NO PUEDE PERMANECER NEUTRAL. Sólo puede decir sí, o no, sin que pueda evitar las consecuencias que derivan de esa actitud y se infiltran hasta en los más mínimos detalles de la vida.» « El tema de Dios no se refiere a elementos que nosotros podamos dominar, sino a lo que ejerce su dominio sobre nosotros y sobre la realidad entera»


TEXTUAL:
p.81

(...) ¿Podemos contentamos con vivir hipotéticamente «como si Dios no existiera», mientras es posible que exista realmente? Para el hombre, el tema de Dios no es un problema puramente teórico como, por ejemplo, saber si fuera del sistema periódico de los elementos haya otros, hasta ahora desconocidos. Al contrario, el tema de Dios no es un problema eminentemente práctico, que tiene consecuencias en todos los ámbitos de nuestra vida. Aun en el caso de que yo esté de acuerdo, teóricamente, con el agnosticismo, EN LA PRÁCTICA me veré obligado a escoger entre la alternativa de vivir como si Dios no existiera, o vivir como si Dios existiera realmente y fuera la realidad decisiva de mi propia existencia. Si actúo según la primera hipótesis, en la práctica habré adoptado una actitud atea y habré convertido una hipótesis, que puede ser falsa, en la base de toda mi existencia. Y si me decido por la segunda opción, también aquí permaneceré en el ámbito de una creencia puramente subjetiva. A este propósito, se podría aducir el caso de Pascal, cuya controversia filosófica, en los albores de la época moderna, giraba en torno a este problema. Cuando Pascal llegó a la convicción de que el problema no se podía resolver simplemente por el camino de la reflexión, se animó a recomendar al agnóstico que asumiera el riesgo de optar por la segunda posibilidad y viviera como si Dios existiera realmente. Sólo a base de experiencia como afirmaba el propio Pascal el agnóstico podrá llegar a reconocer la exactitud de su elección. Es evidente que el prestigio de que goza la solución agnóstica no resiste un examen en profundidad. Como pura teoría, esa solución podría parecer extremadamente iluminadora, pero el agnosticismo es, por esencia, algo más que una teoría; lo que en él se juega es, en realidad, una práctica de vida. Y cuando se intenta «ponerlo en práctica» en su propio campo de acción, el agnosticismo se escapa de las manos como una pompa de jabón; se disuelve, porque no hay posibilidad de escapar de la opción que él querría precisamente evitar.

FRENTE AL TEMA DE DIOS, EL HOMBRE NO PUEDE PERMANECER NEUTRAL. Sólo puede decir sí, o no, sin que pueda evitar las consecuencias que derivan de esa actitud y se infiltran hasta en los más mínimos detalles de la vida. Por consiguiente, habrá que afirmar que el tema de Dios es ineludible y no admite abstenciones. Pero desde luego ?y ¿podría ser de otra manera? las condiciones de su conocimiento son de naturaleza particular. En este terreno no se trata de analizar fragmentos aislados de realidad que de alguna manera pudiéramos tocar con las manos, verificarlos a través de la experiencia y acabar dominándolos. El tema de Dios no se refiere a elementos que nosotros podamos dominar, sino a lo que ejerce su dominio sobre nosotros y sobre la realidad entera. Si encontrándome frente a otra persona, soy incapaz de penetrar con la mirada la profundidad de su carácter y la amplitud de su espíritu de la misma manera que estudio un trozo de materia o un organismo viviente, mucho menos podré tener la capacidad de acercarme con la misma actitud a lo que constituye el fundamento de todo el universo. (...)



FUENTE:
RATZINGER, Joseph: El cristiano en la crisis de Europa (Libro) , , Ed.EDICIONES CRISTIANDAD, 2005 Madrid QUE SIGNIFICA CREER. II EL AGNOSTICISMO, ¿PUEDE SER UNA SOLUCIÓN?


FUENTE AMPLIADA:
RATZINGER, Joseph: El cristiano en la crisis de Europa Ed. EDICIONES CRISTIANDAD, Madrid, 2005


CLAVES: Ateísmo y agnosticismo > Como si Dios no existiera