RESUMEN:
Lo propio del avaricia no es apetecer bienes humanos desordenadamente, porque esto es común a todo pecado: hay quien apetece la gloria humana o la satisfacción inmoderada del apetito nutritivo o sexual, y no por eso es un avaro. Lo propio del avaro es apetecer desordenadamente bienes materiales en cuanto que los considera útiles EN GENERAL para la vida.


TEXTUAL:
6. Si la avaricia fuese un pecado especial, ello sería principalmente en cuanto a que la avaricia es un apetito desordenado de dinero. Pero de este modo, también la avaricia es un pecado general; porque todo pecado se produce por la conversión a un bien mutable, como dice Agustín. Mas los bienes temporales casi todos pueden adquirirse con dinero, según aquello de Eclesiastés, X, 19: "El dinero sirve para todo". Luego, de ningún modo es la avaricia un pecado especial.

6. A LO SEXTO debe decirse que algunas cosas se adquieren con dinero, las cuales son apetecibles según la misma razón, como también el dinero, es decir, en cuanto son útiles para las necesidades de la vida; de modo que aun todas estas cosas que se llaman posesiones, se incluyen bajo el nombre de dinero, y son materia de la avaricia especialmente considerada. Pero existen algunas otras que pueden adquirirse con dinero, y sin embargo tienen otra razón de apetibilidad; y estas pertenecen a otros vicios especiales, como la sublimidad de los honores, que pertenece a la ambición, la improbidad de las alabanzas, que pertenece a la vanagloria, la delectación de los alimentos, que pertenece a la gula, y la de los placeres venéreos, que pertenece a la lujuria.



FUENTE:
CLAVES, Claves: claves (Libro) , , Ed., 2004 q.13 [Sobre la avaricia], a.1 [Si la avaricia es un pecado especial]


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Cuestiones disputadas sobre el mal Ed. Eunsa, Pamplona, 1997 (1268)


CLAVES: Avaricia