RESUMEN:
Universalidad del cristianismo y consecuente intolerancia hacia él por minar los "fundamentos" religiosos (politeístas) del Estado, porque el cristianismo pretendía ser no una religión entre otras religiones, sino la victoria de la inteligencia que había triunfado sobre el mundo de las religiones.


TEXTUAL:
p.149

§1 (...) Por tanto, puesto que el cristianismo se entendía a sí mismo como victoria de la desmitologización, como victoria del conocimiento y, con él, como victoria de la verdad, por esta misma razón el cristianismo tuvo que considerarse a sí mismo como universal y como destinado para todos los pueblos: no como una religión específica que desplaza a otras, no como una religión que se alza con una especie de imperialismo religioso, sino como la verdad que hace que la apariencia sea superflua. Y precisamente por este motivo el cristianismo tuvo que aparecer como intolerable ante la amplia tolerancia de los politeísmos; más aún, como hostil a la religión, como «ateísmo»: el cristianismo no admitía la relatividad de las imágenes, ni que estas fueran intercambiables, y con ello perturbaba principalmente la utilidad política de las religiones y ponía así en peligro los fundamentos del Estado, ya que pretendía ser no una religión entre otras religiones, sino la victoria de la inteligencia que había triunfado sobre el mundo de las religiones.(...)



FUENTE:
RATZINGER, Joseph: Fe, Verdad y Tolerancia (Libro) , , Ed.Ed. Sígueme, 2005 Salamanca II. LA CUESTIÓN DE LA VERDAD Y DE LAS RELIGIONES. 2 ¿La verdad del cristianismo? 2. El cristianismo, ¿la verdadera religión?


FUENTE AMPLIADA:
RATZINGER, Joseph: Fe, Verdad y Tolerancia Ed. Ed. Sígueme, Salamanca, 1985 (1983)


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