RESUMEN:
Tesis de Wittgenstein sobre el valor de la religión como un mero consuelo, con independencia de su verdad


TEXTUAL:
p.187-188

Antes de enfrentarme a estos problemas, quizás sea útil indicar otra variante más de la negativa que se da a la religión, negativa que esta vez no procede de la historia, sino del pensamiento filosófico: la tesis de Wittgenstein a propósito de nuestro tema. G. Elisabeth M. Anscombe sintetizó la concepción de su maestro Wittgenstein en esta cuestión, expresándola en dos tesis: « lº) No se puede afirmar que una religión sea la verdadera. Así se indica, cuando se dice: "Esa proposición religiosa no se parece a una proposición de las ciencias naturales". 2) La fe religiosa se puede comparar con el enamoramiento de una persona, más que con su convicción de que algo sea verdadero o falso». En consonancia con esta lógica, Wittgenstein señaló en sus numerosos cuadernos de notas que no tiene importancia alguna para la religión cristiana el que Cristo haya realizado efectivamente algunas de las cosas que se refieren a él, el que incluso haya existido o no. Esta idea se encuentra en consonancia con la tesis de Bultman de que creer en un solo Dios que sea el Creador del cielo y de la tierra no significa creer que Dios haya creado REALMENTE el cielo y la tierra, sino únicamente que se entiende a sí mismo como criatura y que, de este modo, vive una vida más significativa. Ideas parecidas se han venido difundiendo entretanto en la teología católica, y pueden escucharse más o menos claramente en la predicación. Los fieles lo experimentan y se preguntan si no se les estará tomando el pelo. Vivir en bonitas ficciones podrá ser bueno para los teóricos de la religión, pero para el hombre moderno, que se plantea la cuestión acerca de con qué y para qué vivir y morir, esas ficciones no son suficientes. El abandono de la pretensión de expresar la verdad, que sería, como tal, el abandono de la fe cristiana como tal, se endulza aquí diciendo que podría dejarse que la fe siguiera subsistiendo como una especie de enamoramiento con sus hermosos consuelos subjetivos, o como una especie de mundo del juego que existiera junto al mundo real. La fe se traslada al mundo del juego, mientras que hasta entonces había afectado al plano de la vida como tal. En todo caso, la fe «jugada» es algo fundamentalmente diferente de la fe «creída y vivida». No existe indicación alguna de un camino, sino que únicamente se embellecen las cosas. La fe no nos sirve de ayuda en la vida ni en la muerte; a lo sumo hay un poco de variedad, unas cuantas bonitas apariencias, pero sólo apariencias. Y eso no basta para la vida y para la muerte.



FUENTE:
RATZINGER, Joseph: Fe, Verdad y Tolerancia (Libro) , , Ed.Ed. Sígueme, 2005 Salamanca II. LA CUESTIÓN DE LA VERDAD Y DE LAS RELIGIONES. 3 La verdad - la tolerancia - la libertad


FUENTE AMPLIADA:
RATZINGER, Joseph: Fe, Verdad y Tolerancia Ed. Ed. Sígueme, Salamanca, 1985 (1983)


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