Cuanto más perfecto es un ser, tiene una aspiración más universal, que tiende a lo común
La necesidad que el hombre tiene de la sociedad no debe interpretarse como una consecuencia de la imperfección o deficiencia del ser humano, sino, al contrario, como una expresión de su perfección y dignidad ontológicas. Como dice Santo Tomás, "cuanto más perfecto es un ser, tiene una aspiración más universal, que tiende a lo común"3. Por su perfección, por su racionalidad y su libertad, el hombre tiende a bienes comunes, y no sólo a bienes individuales. Es decir, tiende a los bienes más perfectos, pues cuanto más perfecto es un bien, más comunicable es. Cuanto más perfecto es un ser, más capaz es de bienes comunes –de apetecerlos y poseerlos– y más común es su bien propio. El bien del hombre, el bien en el que éste encuentra su plenitud y realización, es un bien común, que sólo se realiza y se posee en comunidad. p. 16
- Santo Tomás de Aquino, Suma contra gentiles, 3, 24. Desde una perspectiva teológica, Santo Tomás afirma que en estado de inocencia, antes del pecado original y del consecuente deterioro de la naturaleza humana, el hombre necesitaba sociedad y autoridad: S. Th. I, q 96, a