cuando en Santo Tomás no hay ni legalismo moral ni normativismo jurídico.
p. 143 En este proceso de moralización y normativización del derecho, Villey atribuye un papel destacado a la Segunda Escolástica, por cuanto esta tradición centró el estudio de la moral y del derecho en la idea de la ley natural, entendida esta idea según el neoestoicismo cristiano, y no en su auténtico sentido tomista[1]. Ciertamente, el regreso a Santo Tomás que la Segunda Escolástica intentó llevar a cabo, estuvo mediatizado por el contexto filosófico originado por el escotismo, en el que la moral aparecía entendida en clave profundamente legalista. Este condicionamiento indujo a los escolásticos del XVI y del XVII a centrar la mirada en la doctrina tomista de la ley natural, y a considerar esta doctrina como el núcleo esencial y el fundamento último del pensamiento moral y jurídico del Aquinate. Entendido de esta manera, es decir, como despliegue y explicitación de ese núcleo esencial, de la idea de ley natural, el pensamiento tomista se presentaba como capaz, aparentemente, de superar los problemas planteados por Escoto y Ockham –la falta de fundamentación intrínseca de lo moral–, manteniendo, al mismo tiempo, la orientación legalista que éstos habían imprimido a la moral. Pero, en verdad, con esta interpretación, Santo Tomás quedaba profundamente desfigurado, y a su doctrina de la ley natural se le asignaba un sentido y un papel completamente extraño al conjunto de su pensamiento[2]. En Santo Tomás no hay ni legalismo moral, ni normativismo jurídico. Su concepción de la moral no se fundamenta en la ley –sea ésta natural o positiva, divina o humana–, sino en el deseo de bienaventuranza y en la virtud como disposición subjetiva necesaria para realizar ese deseo, y su concepción del derecho –como ya se ha mencionado– ni siquiera incluye la ley entre las acepciones secundarias del término "derecho".


[1] . Michel Villey, Compendio de filosofía del derecho, op. cit., pp. 129-130; Idem, El derecho, op. cit., pp. 80-86.

[2] . Alfredo Cruz Prados, Deseo y verificación. La estructura fundamental de la ética, Eunsa, Pamplona, 2015, pp. 19-33.