RESUMEN:
Los que ponen la felicidad en el placer, entonces tienen que admitir que las bestias son igualmente capaces de felicidad


TEXTUAL:
I, 5, §31. (...) Ha de considerarse que la vida placentera que pone el fin en el placer del sentido, necesariamente debe poner el fin en los más grandes placeres, los que siguen a las operaciones naturales, aquellas por las cuales se conserva la naturaleza: en el individuo, el alimento y la bebida; y en la especie, la unión sexual. Pero estos deleites son comunes a los hombres y a los animales. De ahí que todos los hombres que ponen el fin en estos placeres se parezcan enteramente a los animales, eligiendo la vida en la que toman parte las bestias lo mismo que nosotros. Luego, si en esto consistiera la felicidad del hombre, por la misma razón, las bestias serían felices disfrutando del placer de la comida y del coito. Por tanto, si la felicidad es un bien propio del hombre, es imposible que consista en esos placeres.



FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Comentario a la Ética a Nicómaco (Libro) , , Ed., I, 5, §31


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Comentario a la Ética a Nicómaco Ed. EUNSA, Pamplona, 3000 (2000)


CLAVES: Felicidad > Placer > Relación felicidad placer