RESUMEN:
Todos coincidimos en deesar la perfección, y en eso consiste el fin último. Sin embargo unos consideran que la encuentran en una cosa, y otros, en otra. Son los de gusto más refinado, es decir los virtuosos, los que aciertan con lo que verdaderamente hace feliz y perfecto al hombre.


TEXTUAL:
Solución. Hay que decir: El fin último puede considerarse de dos modos: uno, refiriéndonos a lo esencial del fin último; y otro, a aquello en lo que se encuentra este fin. Pues bien, en el primer caso, todos coinciden en desear el fin último, porque todos desean alcanzar su propia perfección, y esto es lo esencial del fin último, como ya se dijo (a.5). Pero en cuanto a aquello en lo que se encuentra el fin último no coinciden todos los hombres, pues unos desean las riquezas como bien perfecto, otros los placeres, y otros cualquier otra cosa. Del mismo modo que lo dulce es agradable a todos los gustos, pero unos prefieren la dulzura del vino, otros la de la miel, otros la de cualquier otra cosa. Sin embargo, se debe considerar propiamente como dulzura más agradable la que satisface al gusto más refinado. De igual modo se debe considerar como bien más perfecto el deseado como fin último por quien tiene el afecto bien dispuesto.


FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología, I-II (Libro) , , Ed.Biblioteca de Autores Cristianos, 1989 Madrid q.1, a.6, s.


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología, I-II Ed. Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 1989


CLAVES: Fin último del hombre > Por qué es uno y no varios