RESUMEN:
A Dios como tal no se le puede odiar. Sólo se puede ir contra algunos efectos particulares causados por Dios, y por eso algunos dicen que "odian a Dios".


TEXTUAL:
5. Por último. El amor natural permanece mientras dura la naturaleza. Pero el hecho de amar a Dios más que a sí mismo no permanece en el ángel ni en el hombre que peca, porque, como dice Agustín en XIV De civ. Dei. 11:? hicieron dos ciudades con dos amores, o sea, la terrena con el amor de sí mismo hasta llegar al desprecio de Dios, y la celestial con el amor de Dios hasta llegar al desprecio de sí mismo?. Por lo tanto, amar a Dios más que a sí mismo no es natural.

Ad5. 5. A la quinta hay que decir: Como la sustancia divina y el bien común en Dios son una misma cosa, todos los que ven la esencia divina se encaminan con un solo movimiento de amor hacia la misma esencia de Dios en cuanto que es el bien común. Y porque en cuanto bien común es amado naturalmente por todos los que ven a Dios, por esencia es imposible que no le amen. Pero quienes no ven su esencia le conocen por algunos efectos particulares, que son contrarios, a veces, a su propia voluntad. De esta manera se dice que odian a Dios, a pesar de que, en cuanto es bien común de todos, cada uno ame naturalmente más a Dios que a sí mismo e.


COMENTARIO:
A Dios como tal no se le puede odiar. Sólo se puede ir contra algunos efectos particulares causados por Dios, y por eso algunos dicen que `odian a Dios`.


FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología, Parte Primera (Libro) , , Ed.BAC, 2001 (Reimp. de la ed. de 1994) Madrid I, q. 60, a.5, ob5 y ad5


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología, Parte Primera Ed. BAC, Madrid, 2001 (1273)


CLAVES: Fin último del hombre > Rechazo del fin último > Odio a Dios?