RESUMEN:
El honor se tributa a una persona como testimonio del bien que hay en ella, y también el hecho de ser amado demuestra el bien que hay en él, ya que solamente el bien es amable. Por eso quien no se siente querido sufre porque siente que no hay ningún bien en su vida. Y quien es deshonrado sufre porque también siente que no hay bien en su vida.


TEXTUAL:
Ob2. Más aún: Lo que se encuentra en muchos parece más congruente con la naturaleza, y, por tanto, mejor. Ahora bien, según el Filósofo en VIII Ethic.: Muchos prefieren ser amados a amar, y por eso abundan los que gustan de la adulación. Es, pues, mejor ser amado que amar y, en consecuencia, más congruente con la naturaleza.



Ad 2. A la segunda hay que decir: Según el Filósofo allí mismo 5, los hombres quieren ser amados por cuanto desean ser honrados. Ciertamente, como el honor se tributa a una persona como testimonio del bien que hay en ella, así, por el hecho de ser amado, se demuestra que hay bien en él, ya que solamente el bien es amable. En consecuencia, el ser amados y el ser honrados lo buscan los hombres en orden a otra cosa, es decir, para manifestar el bien que hay en el amado. En cambio, quienes tienen caridad quieren amar por amar, cual si fuera esto el fin de la caridad, como cualquier acto de virtud es el fin de esa virtud. De ahí que a la caridad le corresponda más querer amar que querer ser amado.



FUENTE:
Suma de Teología II-II q.27, a.1, ob.2 y ad.2


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología II-II (a) Ed. BAC, Madrid, 1995 (1271)


CLAVES: Honor > Fundamento del honor