Intimidad > Vestido e intimidad
RESUMEN:
El vestido cumple primordialmente una función de abrigo y de protección de la intimidad, pero también es cauce de expresión de la personalidad. Ruiz Retegui distingue entre el vestido que tiende a resaltar lo corporal, común a todo ser humano de un determinado sexo, de aquel que tiende primordialmente a resaltar lo personal, genunino y propio de cada cual.
El vestido cumple primordialmente una función de abrigo y de protección de la intimidad, pero también es cauce de expresión de la personalidad. Ruiz Retegui distingue entre el vestido que tiende a resaltar lo corporal, común a todo ser humano de un determinado sexo, de aquel que tiende primordialmente a resaltar lo personal, genunino y propio de cada cual.
TEXTUAL:
p.157
El cuerpo debe aparecer en la manifestación personal pero hay que procurar que en el trato entre las personas prevalezca lo personal [más que lo común con los demás individuos de la especie humana]: la palabra, el rostro, la mirada, la atención,... (...) Por esto se procura que las funciones específicamente corporales queden ocultas, y también que los reflejos o manifestaciones directamente corporales, como toser, estornudar, bostezar, etc. (...)
p.158
El vestido debe cumplir la función de instrumento de abrigo y de defensa del pudor. Eso es lo básico y fundamental. Pero esto puede cumplirse desde dos orientaciones antropológicas fundamentales. Puede ser un vestido principalmente manifestativo del cuerpo «corporal», o puede ser un vestido principalmente manifestativo de la dignidad de la persona.
Hay prendas que están casi funcionalmente al servicio del cuerpo «corporal», excluyendo cualquier otra función o significado. Prototipo de prendas de esta clase son las prendas «vaqueras». (...)
p.159
Cuando el vestido pretende ser sobre todo ayuda para mostrar el cuerpo «personal», la comodidad pasa a un segundo plano, y prevalece la capacidad de expresar la condición personal de ese cuerpo. Esto no determina al detalle cómo ha de ser el vestido, pero nos hace entender que algunos vestidos son particularmente aptos para vestir la dignidad personal. (...)
p.159
Estas disposiciones de fondo pueden decaer en un formalismo forzado y antinatural, pero su expresión propia es un cuerpo «personal», es decir, un cuerpo no violentado, sino capaz de expresar que su condición es personal, que es una persona quien se manifiesta en ese trozo de materia biológica que es el cuerpo. (...)
p.157
El cuerpo debe aparecer en la manifestación personal pero hay que procurar que en el trato entre las personas prevalezca lo personal [más que lo común con los demás individuos de la especie humana]: la palabra, el rostro, la mirada, la atención,... (...) Por esto se procura que las funciones específicamente corporales queden ocultas, y también que los reflejos o manifestaciones directamente corporales, como toser, estornudar, bostezar, etc. (...)
p.158
El vestido debe cumplir la función de instrumento de abrigo y de defensa del pudor. Eso es lo básico y fundamental. Pero esto puede cumplirse desde dos orientaciones antropológicas fundamentales. Puede ser un vestido principalmente manifestativo del cuerpo «corporal», o puede ser un vestido principalmente manifestativo de la dignidad de la persona.
Hay prendas que están casi funcionalmente al servicio del cuerpo «corporal», excluyendo cualquier otra función o significado. Prototipo de prendas de esta clase son las prendas «vaqueras». (...)
p.159
Cuando el vestido pretende ser sobre todo ayuda para mostrar el cuerpo «personal», la comodidad pasa a un segundo plano, y prevalece la capacidad de expresar la condición personal de ese cuerpo. Esto no determina al detalle cómo ha de ser el vestido, pero nos hace entender que algunos vestidos son particularmente aptos para vestir la dignidad personal. (...)
p.159
Estas disposiciones de fondo pueden decaer en un formalismo forzado y antinatural, pero su expresión propia es un cuerpo «personal», es decir, un cuerpo no violentado, sino capaz de expresar que su condición es personal, que es una persona quien se manifiesta en ese trozo de materia biológica que es el cuerpo. (...)
FUENTE:
RUIZ RETEGUI, Antonio: Pulchrum (Libro) , , Ed.Rialp, 1999 Madrid IIII. LA BELLEZA DE LAS OBRAS HUMANAS. 23. La cuestión de la moda
RUIZ RETEGUI, Antonio: Pulchrum (Libro) , , Ed.Rialp, 1999 Madrid IIII. LA BELLEZA DE LAS OBRAS HUMANAS. 23. La cuestión de la moda
FUENTE AMPLIADA:
RUIZ RETEGUI, Antonio: Pulchrum Ed. Rialp, Madrid, 1999 (1998)
RUIZ RETEGUI, Antonio: Pulchrum Ed. Rialp, Madrid, 1999 (1998)
CLAVES: Intimidad > Vestido e intimidad
