RESUMEN:
La ira es una pasión, y como tal un movimiento del apetito sensitivo, por la cual el hombre reacciona con deseo de venganza ante lo que le es nocivo, pero este apetito puede ser bueno o malo en función de su correspondencia o no con el orden de la razón.


TEXTUAL:
RESPUESTA. Debe decirse que acerca de esta cuestión, hubo en cierto tiempo una controversia entre filósofos; pues los Estoicos dijeron que toda ira es viciosa; mas los Peripatéticos decían que alguna ira es buena.

Para ver qué postura es más verdadera hemos de considerar dos cosas en la ira, como en cualquier otra pasión: lo que es formal y lo que es material en la ira.

Lo formal en la ira es lo que es por parte del alma apetitiva, es decir, que la ira es un apetito de venganza; y lo material, lo que pertenece a la conmoción corporal, es decir, que la ira es el calor de la sangre cerca del corazón.

Así, pues, si se considera la ira según lo formal de ella, de este modo puede existir tanto en el apetito sensitivo como en el apetito intelectivo, que es la voluntad, según la cual puede querer tomar venganza; y según esto, es manifiesto que la ira puede ser tanto buena como mala. Pues es manifiesto que cuando alguien quiere la venganza según el debido orden de la justicia, esto pertenece a la virtud; por ejemplo, cuando busca la venganza para corregir un pecado, habiendo conservado el orden del derecho; y esto es enojarse contra el pecado. Mas cuando alguien apetece desordenadamente la venganza, hay pecado: ya porque busca la venganza al margen del orden del derecho, ya porque busca la venganza tendiendo más a la exterminación del pecador que a la abolición del pecado; y esto es enojarse contra el hermano; y en cuanto a esto, no hubo discordia entre Estoicos y Peripatéticos; pues los Estoicos también aceptaban que algunas veces querer la venganza es virtuoso.

La controversia versaba sobre lo material de la ira, es decir, sobre la conmoción del corazón; pues ella impide el juicio de la razón, en el cual consiste principalmente el bien de la virtud; y por esto, que alguien se enoje parece ser siempre en detrimento de la virtud, y por tanto, parece que toda ira es viciosa.

[Los estoicos ?argumenta Sto. Tomás se han equivocado de tres modos.]

§6 Primero se equivocaron en cuanto que no distinguían entre aquello que es lo mejor de suyo, y aquello que es lo mejor para alguien. Pues sucede a veces que algo que es lo mejor de suyo, no es lo mejor para alguien; como, por ejemplo, el filosofar es de suyo mejor que las riquezas materiales, pero para quien tiene necesidad es mejor las riquezas materiales, como se dice en el libro III de los Tópicos [c.2 (118 a, 10-11)], y ser furioso es bueno para el perro según la condición de su naturaleza, sin embargo no es bueno para el hombre. Así, pues, debido a que la naturaleza del hombre está compuesta de alma y cuerpo, y de naturaleza intelectiva y sensitiva, pertenece al bien del hombre el que de suyo se someta todo a la virtud, es decir, que su parte sensitiva y su cuerpo se someta a su parte intelectiva; y por eso para la virtud del hombre se requiere que el apetito de la venganza debida exista no sólo en la parte racional del alma, sino también en la parte sensitiva y en el cuerpo mismo, y que el cuerpo mismo sea movido para servir a la virtud.

En segundo lugar, no consideraron que la ira, y las demás pasiones de este tipo, pueden encontrarse con respecto al juicio de la razón, de dos modos. De un modo, ANTECEDENTEMENTE, y de este modo, la ira y toda pasión como ésta impide el juicio de la razón, pues el hombre puede juzgar sobre la verdad principalmente habiendo cierta tranquilidad en su alma, por lo que dice también el Filósofo [Physica, VII, 6 (247b, 23-24] que en el descanso, el alma se hace sabia y prudente. De otro modo, la ira se puede encontrar con respecto al juicio de la razón, CONSECUENTEMENTE, es decir, una vez que la razón ha determinado y ordenado el tipo de venganza, surge la pasión para ejecutarla; y de este modo, la ira, y las demás pasiones de este tipo, no impiden el juicio de la razón, puesto que ya les precedió éste, sino que más bien ayudan a una ejecución más pronta, y en esto sirven a la virtud; por lo que dice Gregorio en el libroV43 de sus Morales [c. 45, n.83]: "Debe procurarse con gran cuidado que la ira, considerada un instrumento al servicio de la virtud, no domine al alma, ni se abra paso como señora, sino como una sierva dispuesta a obedecer, que nunca se aparta de la espalda de la razón, pues sólo se yergue más robusta contra los vicios, cuando sirve sometida a la razón".

§9 En tercer lugar, los Estoicos no consideraron rectamente la ira y las otras pasiones. Pues toda vez que no todos los movimientos apetitivos son pasiones, no consideraron que las pasiones se distinguen de los otros movimientos apetitivos, en que los otros movimientos apetitivos están en la voluntad, mientras que las pasiones están en el apetito sensitivo; porque no distinguen entre ambos apetitos, sino que decían que las pasiones son movimientos apetitivos que quebrantan la disposición regular de la razón: por lo que decían que eran ciertas enfermedades del alma, así como las enfermedades del cuerpo quebrantan la disposición regular de la salud; y según esto, era necesario que toda ira y toda pasión fuese mala. Pero debido a que según la verdad, se llama ira a cualquier movimiento del apetito sensitivo, y un movimiento de este tipo puede ser ordenado por la razón, y en cuanto que sigue al juicio de la razón sirve a la razón para la ejecución con más prontitud, esto exige que la condición de la naturaleza humana sea que el apetito sensitivo sea movido por la razón. De aquí que es necesario decir, de conformidad con los peripatéticos, que alguna ira es buena y virtuosa.



FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Cuestiones disputadas sobre el mal (Libro) , , Ed.Eunsa, 1997 Pamplona q.12 [Sobre la ira], a.1 [Si toda ira es mala o si hay alguna buena]


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Cuestiones disputadas sobre el mal Ed. Eunsa, Pamplona, 1997 (1268)


CLAVES: Ira > Moralidad de la ira