RESUMEN:
LA AUTORIDAD QUE GOBIERNA SEGÚN LA RAZÓN PONE AL CIUDADANO EN RELACIÓN NO TANTO DE SOMETIMIENTO CON RESPECTO A OTRO HOMBRE, CUANTO MÁS BIEN DE OBEDIENCIA AL ORDEN MORAL Y, POR TANTO, A DIOS MISMO QUE ES SU FUENTE ÚLTIMA


TEXTUAL:
398 (...) «En tanto la ley humana es tal en cuanto es conforme a la recta razón y por tanto deriva de la ley eterna. Cuando por el contrario una ley está en contraste con la razón, se la denomina ley inicua; en tal caso cesa de ser ley se convierte más bien en una acto de violencia» (1) LA AUTORIDAD QUE GOBIERNA SEGÚN LA RAZÓN PONE AL CIUDADANO EN RELACIÓN NO TANTO DE SOMETIMIENTO CON RESPECTO A OTRO HOMBRE, CUANTO MÁS BIEN DE OBEDIENCIA AL ORDEN MORAL Y, POR TANTO, A DIOS MISMO QUE ES SU FUENTE ÚLTIMA. Quien rechaza obedecer a la autoridad que actúa según el orden moral «se rebela contra el orden divino» (Rom 13,2).. Análogamente la autoridad pública, que tiene su fundamento en la naturaleza humana y pertenece al orden preestablecido por Dios, si no actúa en orden al bien común, desatiende su fin propio y por ello mismo se hace ilegítima.

(1) SANTO TOMÁS DE AQUINO, Summa theologiae, I-II, q.93 a.3 ad 2. Ed Leon 7,164: «Lex humana intantum habet rationem legis, inquantum est secundum rationem rectam: et secundum hoc manifestum est quod a lege aeterna derivatur. Inquantum vero a rarione recedit, sic dicitur lex iniqua: et sic non habet rationem legis, sed magis violentiae cuiusdam». [Diego: No tiene razón de ley porque no dispone al hombre hacia el fin natural, sino hacia otro fin extraño, y por eso es violencia]





FUENTE:
IUSTITIA ET PAX, Pontificio Consejo: Compendio de doctrina social de la Iglesia (Libro) , , Ed.Planeta, 2005 Barcelona 398


FUENTE AMPLIADA:
IUSTITIA ET PAX, Pontificio Consejo: Compendio de doctrina social de la Iglesia Ed. Planeta, Barcelona, 2005


CLAVES: Ley humana o positiva > Ley humana y ley divina