RESUMEN:
Los movimientos desordenados de los apetitos sensitivos pueden ser pecados veniales en la medida en que los apetitos son racionales por participación, y un apetito desbocado no reacciona sin cierta culpa.


TEXTUAL:
Ob. 14. No parece que participemos junto con las bestias del mismo sujeto de pecado, pues en las bestias no hay pecado. Pero compartimos con ellas la sensualidad. Luego, en la sensualidad no puede haber pecado, ni mortal ni venial.

14. A LO DÉCIMOCUARTO debe decirse que la sensualidad en las bestias no participa de la razón como sucede en nosotros de alguna manera, tal como se dice en el libro I de la Ética; y según esto, puede ser sujeto de pecado.



FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Cuestiones disputadas sobre el mal (Libro) , , Ed.Eunsa, 1997 Pamplona q.7 [Sobre el pecado venial], a.1 [Si el pecado se divide convenientemente en mortal y venial],


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Cuestiones disputadas sobre el mal Ed. Eunsa, Pamplona, 1997 (1268)


CLAVES: Pecado > Sujeto del pecado