RESUMEN:
la justificación que da Sto. Tomás de la propiedad privada es que hace falta que alguien PONGA AL SERVICIO DE LOS DEMÁS lo que es de todos, que lo haga rendir para el bien de todos. Y está claro que las cosas se administran mejor cuando son responsabilidad de uno, que cuando hay muchos encargados. Para Sto. Tomás el propietario es sólo un encargado de administrar el bien que posee en servicio de los demás hombres. Por esto toda la justificación de la propiedad privada la hace Sto. Tomás sobre la base de la justicia general, esto es, sobre la base de que la apropiación de los bienes hará que tales bienen rindan más y mejor para la colectividad.


COMENTARIO:
Cualquier cosa que pueda ser objeto del derecho de propiedad o de cualquier otro derecho real, puede consistir en un número indefinido de realidades: tales como el dinero, letras de cambio, entrega de bienes y servicios, transportes, publicidad. Pero el valor de todas estas realidades deriva del valor de realidades naturales que pertenecen al primer orden: tales como los recursos de la tierra, el agua, el aire, etc. El valor de todas estas realidades deriva del BENEFICIO QUE SUPONEN PARA LAS PERSONAS. Por otro lado, los derechos reales implican siempre algún deber hacia las demás personas. En Sto. Tomás no tienen sentido las justificaciones de la propiedad con argumentos tales como que el trabajador ha proyectado su personalidad sobre el producto, o que el trabajo incorporado hace que la cosa sea sólo de quien la trabaja. No, la justificación que da Sto. Tomás de la propiedad privada es que hace falta que alguien PONGA AL SERVICIO DE LOS DEMÁS lo que es de todos, que lo haga rendir para el bien de todos. Y está claro que las cosas se administran mejor cuando son responsabilidad de uno, que cuando hay muchos encargados. Para Sto. Tomás el propietario es sólo un encargado de administrar el bien que posee en servicio de los demás hombres. Por esto toda la justificación de la propiedad privada la hace Sto. Tomás sobre la base de la justicia general, esto es, sobre la base de que la apropiación de los bienes hará que tales bienen rindan más y mejor para la colectividad. Sto Tomás distingue en los derechos de propiedad dos dimensiones: en primer término el manejo y distribución de los bienes, o si se quiere la explotación de los recursos (potestas procurandi et dispensandi). Y por otro lado su uso y consumición. La primera dimensión tiene que ser privada, por tres razones: 1. Porque donde algo es mantenido o explotado entre varios al mismo tiempo suele ser descuidado (uno por otro la casa sin barrer). 2. La gestión de los bienes por parte de muchos simultánteamente tiende a ser caóltica y poco eficiente. Y 3. Porque es más fácil que la gestión de muchos genere discordias y tensiones. La segunda dimensión -la del conumo- tiene que ser común.

Sto. Tomás distingue entre (1) bienes necesarios para sobrevivir, (2)bienes convenientes, pero no necesarios, para un nivel de vida apropiado para uno y su familia, y (3) bienes superfluos. La actitud que hay que tener de respeto a estos bienes es doble: (1) TODO lo que uno tiene lo tiene en común, en el sentido de que está moralmente disponible, en justicia y como derecho, a CUALQUIERA que lo necesite para sobrevivir. (2) Los bienes superfluos son tendios en común, en el sentido que uno tiene el deber de justicia de diponer de ellos a favor de los pobres incluso para las necesidades del nivel 2.


FUENTE:
Jonh FINNIS: Aquinas, Oxford University Press, 1998, p. 191


FUENTE AMPLIADA:
FINNIS, John: Aquinas Ed. Oxford University Press, Oxford, 1998


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