RESUMEN:
Es necesario incluir hábitos de virtudes en la parte apetitiva para que obedezca con facilidad a la razón. En realidad la prudencia necesita de las demás virtudes morales no sólo porque por éstas se identifican los bienes, sino porque también por éstas se persevera en la prosecución de los mismos.


TEXTUAL:
ARTÍCULO XII: En decimosegundo lugar se pregunta si las virtudes se distinguen entre sí. Se investiga. sobre la distinción de las virtudes.

Y parece que no

19. Además, cada potencia tiende naturalmente a su objeto. Pero el objeto del apetito es el bien aprehendido. Por lo tanto, el apetito tiende naturalmente al bien a partir de lo que es aprehendido. Pero la prudencia nos perfecciona acabadamente para aprehender el bien. Por lo tanto, no es necesario que tengamos alguna otra virtud moral en el apetito además de la prudencia, puesto que en relación a ello es suficiente la inclinación natural.

19. A LO DECIMONOVENO se ha de decir que aunque el apetito se mueva naturalmente al bien aprehendido, sin embargo para que se incline con facilidad hacia este bien que la razón alcanza mediante la prudencia perfecta se requiere algún hábito de virtud en la parte apetitiva, y principalmente [necesita de las demás virtudes morales cuando] la razón veraz que delibera y muestra algún bien a cuyo contrario el apetito naturalmente es conducido en absoluto, como el concupiscible se mueve naturalmente a lo deleitable al sentido, y el irascible a la venganza, la cual, sin embargo, en ocasiones la razón impide mediante su deliberación. Del mismo modo también la voluntad se halla inclinada a apetecer para sí las cosas que convienen al uso del hombre en relación a las necesidades de la vida, pero la razón, deliberando, prescribe a veces que sean compartidas con otro. Y por esto es necesario incluir hábitos de virtudes en la parte apetitiva para que obedezca con facilidad a la razón.

20. Además, para la virtud bastan el conocimiento y la operación. Pero ambos se poseen por la prudencia. Por lo tanto, además de la prudencia no es necesario afirmar la existencia de otras virtudes morales.

20. A LO VIGÉSIMO se ha de decir que el conocimiento pertenece inmediatamente a la prudencia, pero la operación pertenece a ella mediante la virtud apetitiva. Y por esto también en la virtud apetitiva debe haber algunos hábitos, los que son llamados virtudes morales.





FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Cuestón disputada sobre la virtud (Libro) , , Ed.Eunsa, 08/2000 Pamplona XII


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Cuestón disputada sobre la virtud Ed. Eunsa, Pamplona, 2000


CLAVES: Prudencia > Relación y diferencia con las virtudes morales > Presupone las demás virtudes