COMENTARIO:
La racionalidad práctica consiste en guiarse íntegramente por los principios morales prácticos, bajo cuya dirección no sólo se alcanza la propia realización personal, sino también y simultáneamente un bien común que trasciende el bien propio del sujeto que actúa. Mejor dicho, el bien propio que se alcanza cuando se actúa bajo la dirección de los principios morales prácticos es parte del bien común. O si se quiere, con palabras de Finnis, el bien que se alcanza bajo la dirección de estos principios es `el bien común de la realización humana como tal`. Entonces, la prudencia entendida como racionalidad práctica, ayuda al hombre a participar en estos bienes humanos en la medida en que se realiza el sujeto agente y colabora en la realización de sus semejantes. Puesto la realización personal pasa necesariamente por la vida en común, la prudencia en cuanto que asegura al hombre dicha realización le asegura también una participación razonable en la vida en común. Por lo tanto es contrario a la prudencia evadir las propias responsabilidades familiares y sociales. Además, la consideración anterior supone que


FUENTE:
Jonh FINNIS: Aquinas, Oxford University Press, 1998, p. 118


FUENTE AMPLIADA:
FINNIS, John: Aquinas Ed. Oxford University Press, Oxford, 1998


CLAVES: Razón práctica