RESUMEN:
Para muchos autores medievales la gracia y la virtud eran la misma cosa: si se considera como aquello que nos hace gratos a Dios, se llama Gracia; si se considera como el principio de las buenas obras, se llama virtud.


TEXTUAL:
f Ya se había planteado este mismo interrogante en el Com. a las Sent. Tenía entonces a la vista dos opiniones: primera, la seguida por Pedro Lombardo, defendida en tiempos de Santo Tomás por Enrique de Gante; para éstos, la gracia y la virtud son una misma realidad y sólo se distinguen según la razón; si se la considera como aquello que nos hace gratos a Dios, se llama gracia, y, si se la considera como principio de las obras buenas, se llama virtud. La se gunda opinión era mantenida por la escuela franciscana contemporánea del Doctor Angélico y representada por Alejandro de Hales y San Buenaventura; para éstos, la distinción entre gracia y virtud era real, pero inadecuada; es una distinción esencial, pero formando un ser como la forma y su sujeto, o como el color y la luz que lo manifiesta (In Sent. 2 d.26 q.1 a.4; ed. MANDONNET, II [París 1929] p.677s).


FUENTE:
nota f. al art.3, q.110 Suma de Teología I-II q.110, a.1, ob.2 y ad.2


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología, I-II Ed. Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 1989


CLAVES: Virtud > Gracia y virtud