Virtud > Inclinaciones naturales y virtud
RESUMEN:
La fuerza o potencia apetitiva en nosotros es naturalmente apta para obedecer a la razón, pero necesita ser acostumbrada por la práctica
La fuerza o potencia apetitiva en nosotros es naturalmente apta para obedecer a la razón, pero necesita ser acostumbrada por la práctica
TEXTUAL:
II, 1, §155. (...) Luego es claro que las virtudes morales no están en nosotros por naturaleza ni contra la naturaleza, sino que tenemos una aptitud natural para recibirlas, en cuanto la fuerza o potencia apetitiva en nosotros es naturalmente apta para obedecer a la razón. Pero son perfeccionadas por la costumbre: si actuamos muchas veces conforme a la razón se imprime en la potencia apetitiva la forma de la razón. Esa impresión no es sino la virtud moral.
II, 1, §155. (...) Luego es claro que las virtudes morales no están en nosotros por naturaleza ni contra la naturaleza, sino que tenemos una aptitud natural para recibirlas, en cuanto la fuerza o potencia apetitiva en nosotros es naturalmente apta para obedecer a la razón. Pero son perfeccionadas por la costumbre: si actuamos muchas veces conforme a la razón se imprime en la potencia apetitiva la forma de la razón. Esa impresión no es sino la virtud moral.
FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Comentario a la Ética a Nicómaco (Libro) , , Ed.EUNSA, 2001 Pamplona II, 1, §155
DE AQUINO, Tomás: Comentario a la Ética a Nicómaco (Libro) , , Ed.EUNSA, 2001 Pamplona II, 1, §155
FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Comentario a la Ética a Nicómaco Ed. EUNSA, Pamplona, 3000 (2000)
DE AQUINO, Tomás: Comentario a la Ética a Nicómaco Ed. EUNSA, Pamplona, 3000 (2000)
CLAVES: Virtud > Inclinaciones naturales y virtud