RESUMEN:
Hay que distinguir entre el sometimiento del apetito a la razón, y la imposición de la razón sobre un apetito rebelde. El virtuoso es el que impregna de racionalidad, y por lo tanto, de medida, todas las dimensiones de su obrar, y como consecuencia, también de su ser. Y dicha medida viene determinada por su aptitud para alcanzar el fin último. De ahí que la referencia al fin último consituya la clave de bóveda de todo el orden moral.


FUENTE:
Suma de Teología II-II, q.155, a.4


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología II-II (a) Ed. BAC, Madrid, 1995 (1271)


CLAVES: Virtud > Inclinaciones naturales y virtud