RESUMEN:
La virtud moral perfecciona el apetito no porque le imprima una medida en el mismo apetito, como si éste recibiera una forma racional estable, sino porque el hombre virtuoso acostumbra a focalizar su atención en cosas buenas, y como no puede atender a muchas al mismo tiempo, no tienen cabida en él los malos pensamientos. Por eso Sto. Tomás dice que no es más virtuoso el continente que el temperante porque aquél se ejercite con mayor violencia contra sus pasiones desordenadas, porque el temperante si no sufre esa vehemencia es porque se ha acostumbrado a desear cosas mejores.


TEXTUAL:
¿Es mejor la continencia que la templanza? Objeciones por las que parece que la continencia es mejor que la templanza.

Ob 2. Aún más: cuanto mayor premio merece una virtud, tanto más excelente es. Ahora bien: parece que la continencia merece un premio mayor, puesto que en 2 Tim. 2,5 se dice: No será coronado sino el que compite legítimamente. Pero combate más fuertemente el que es objeto de fuertes malos pensamientos que el que practica la templanza, que no los tiene. Luego la continencia es una virtud más excelente que la templanza.



2. A la segunda hay que decir: La fuerza o debilidad de la concupiscencia pueden ser debidas a una doble causa. A veces se deben a una causa corpórea, ya que algunos, por constitución natural, son más propensos que otros a la concupiscencia. También algunos gozan de más oportunidades de deleites que encienden la concupiscencia que otros. La debilidad de la concupiscencia disminuye el mérito, mientras que la fuerza de las mismas lo aumenta.



En segundo lugar, la debilidad o la fuerza de la concupiscencia se deben a una causa espiritual laudable: la vehemencia de la caridad o la fortaleza de la razón, al igual que en el hombre que practica la templanza. En este caso, la debilidad de la concupiscencia aumenta el mérito por razón de su causa, mientras que la fuerza de la misma lo disminuye.



FUENTE:
Suma de Teología II-II, q.155, a.4


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología II-II (a) Ed. BAC, Madrid, 1995 (1271)


CLAVES: Virtud > Inclinaciones naturales y virtud