RESUMEN:
El hombre virtuoso tiene domados sus apetitos para apetecer conforme a una medida racional


TEXTUAL:
I, 20, §149. Mucho más sujeta a la razón está esta parte del alma en el hombre sobrio o templado, el cual de tal manera tiene domado el apetito sensible por medio de la razón, que no hay en él concupiscencias malas vehementes. Lo mismo encontramos en el hombre valeroso y en todo aquél que tiene el hábito de la virtud moral. En los hombres virtuosos casi todo obra en consonancia con la razón, sólo los actos exteriores, sino también las concupiscencias interiores.



FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Comentario a la Ética a Nicómaco (Libro) , , Ed., I, 20, §149


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Comentario a la Ética a Nicómaco Ed. EUNSA, Pamplona, 3000 (2000)


CLAVES: Virtud > Inclinaciones naturales y virtud