RESUMEN:
La ciencia se distinque de la sabiduría no sólo por que tiene por objeto a Dios, sino también por el modo en que se adhiere uno a Dios con la ciencia, que es como `saboreándolo`. Por eso el conocimiento de las verdades de fe no es de por sí sabiduría si no va seguido de la unión íntima del alma con Dios.


TEXTUAL:
1. A la primera hay que decir: Aunque las cosas materia de fe son realidades divinas y eternas, la fe, sin embargo, en sí misma, es algo temporal en el alma del creyente. Por eso, saber lo que hay que creer compete al don de ciencia. Pertenece, en cambio, al don de sabiduría conocer en sí mismas las cosas que se creen por cierta unión con ellas. De ahí que el don de sabiduría corresponde más a la caridad, que une la mente del hombre con Dios.


FUENTE:
Suma de Teología II-II, por Luis Lago Alba O.P. q.9, a.2, ad.1


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología II-II (a) Ed. BAC, Madrid, 1995 (1271)


CLAVES: Virtud > Intelectuales > Relación y diferencia