RESUMEN:
La naturaleza no es deficiente para el hombre en las cosas necesarias, porque, aunque no proporcione todas las cosas que le son necesarias, sin embargo le confiere aquello a partir de lo cual puede adquirir en conformidad con la razón todas las cosas necesarias y que están a su servicio.


TEXTUAL:
ARTÍCULO VIII: En octavo lugar se pregunta si las virtudes están en nosotros por naturaleza



20. Además, la naturaleza no es deficiente en las cosas necesarias. Pero las virtudes son necesarias al hombre para el fin al que naturalmente se ordena, esto es, la felicidad, que es el acto de la virtud perfecta. Por lo tanto, el hombre posee las virtudes por naturaleza.

20. A LO VIGÉSIMO se ha de decir, que la naturaleza no es deficiente para el hombre en las cosas necesarias; en efecto, aunque no proporcione todas las cosas que le son necesarias, sin embargo le confiere [aquello] a partir de lo cual puede adquirir en conformidad con la razón todas las cosas necesarias y que están a su servicio.



FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Cuestón disputada sobre la virtud (Libro) , , Ed.Eunsa, 08/2000 Pamplona VIII


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Cuestón disputada sobre la virtud Ed. Eunsa, Pamplona, 2000


CLAVES: Virtud > Naturaleza y virtud