Virtud > Naturaleza y virtud
RESUMEN:
No hay inclinación natural en el hombre para hacer el bien de una sola manera, de ahí la necesidad de la elección
No hay inclinación natural en el hombre para hacer el bien de una sola manera, de ahí la necesidad de la elección
TEXTUAL:
ARTÍCULO VIII: En octavo lugar se pregunta si las virtudes están en nosotros por naturaleza
Y parece que no:
10. Pero se diría que esto [que se argumenta en la razón precedente] no puede ser, porque la perfección del hombre consiste en muchos y diversos [bienes], y la naturaleza se ordena a algo uno. Por el contrario, también la inclinación de la virtud es a algo uno, como la de la naturaleza; en efecto, dice Tulio que la virtud es un hábito al modo de la naturaleza, conforme a la razón [De Inventione Rhetorica, II, 53, 159]. Por lo tanto, nada impide que las virtudes estén en el hombre por naturaleza.
10. A LO DECIMO se ha de decir que, con respecto a estas cosas que son propias de una sola virtud, podría haber inclinación natural. Pero con respecto a las que son de todas las virtudes no podría haber una inclinación por naturaleza, porque la disposición natural que inclina a una sola virtud inclina a lo contrario de otra virtud; por ejemplo, el que está dispuesto conforme a su naturaleza para la fortaleza, que es para alcanzar cosas arduas, está menos dispuesto a la mansedumbre, que consiste en refrenar las pasiones del irascible. Por lo cual vemos que los animales que naturalmente se inclinan al acto de alguna virtud, se inclinan al vicio contrario a otra virtud; como el león, que naturalmente es audaz, también es naturalmente cruel.
ARTÍCULO VIII: En octavo lugar se pregunta si las virtudes están en nosotros por naturaleza
Y parece que no:
10. Pero se diría que esto [que se argumenta en la razón precedente] no puede ser, porque la perfección del hombre consiste en muchos y diversos [bienes], y la naturaleza se ordena a algo uno. Por el contrario, también la inclinación de la virtud es a algo uno, como la de la naturaleza; en efecto, dice Tulio que la virtud es un hábito al modo de la naturaleza, conforme a la razón [De Inventione Rhetorica, II, 53, 159]. Por lo tanto, nada impide que las virtudes estén en el hombre por naturaleza.
10. A LO DECIMO se ha de decir que, con respecto a estas cosas que son propias de una sola virtud, podría haber inclinación natural. Pero con respecto a las que son de todas las virtudes no podría haber una inclinación por naturaleza, porque la disposición natural que inclina a una sola virtud inclina a lo contrario de otra virtud; por ejemplo, el que está dispuesto conforme a su naturaleza para la fortaleza, que es para alcanzar cosas arduas, está menos dispuesto a la mansedumbre, que consiste en refrenar las pasiones del irascible. Por lo cual vemos que los animales que naturalmente se inclinan al acto de alguna virtud, se inclinan al vicio contrario a otra virtud; como el león, que naturalmente es audaz, también es naturalmente cruel.
FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Cuestón disputada sobre la virtud (Libro) , , Ed.Eunsa, 08/2000 Pamplona VIII
DE AQUINO, Tomás: Cuestón disputada sobre la virtud (Libro) , , Ed.Eunsa, 08/2000 Pamplona VIII
FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Cuestón disputada sobre la virtud Ed. Eunsa, Pamplona, 2000
DE AQUINO, Tomás: Cuestón disputada sobre la virtud Ed. Eunsa, Pamplona, 2000
CLAVES: Virtud > Naturaleza y virtud