RESUMEN:
No todo loque conocemos lo conocemos porque previamente hayamos querido conocerlo


TEXTUAL:
ob 3. Todavía más. Nada podemos querer sin conocerlo. Así, pues, si queriendo entender, la voluntad mueve a entender, sería necesario que a dicho acto de la voluntad le precediera otro del entendimiento, y a éste otro de la voluntad, y así indefinidamente. Esto es imposible. Por lo tanto, la voluntad no mueve al entendimiento.

ad 3. A LA TERCERA HAY QUE DECIR: No es necesario iniciar un proceso indefinido, sino anclarse en el entendimiento como en el punto de partida. Pues a todo movimiento de la voluntad es necesario que le preceda un conocimiento. Pero no al revés, es decir, no a todo conocimiento precede un movimiento de la voluntad. El principio de la deliberación e intelección es un principio intelectivo superior a nuestro entendimiento, y lo es Dios, como también dice Aristóteles en VII ETHICAE EUDEMICAE 17, con lo cual demuestra que no hay un proceso indefinido.



FUENTE:
Tomás de Aquino: Suma Teologica, I [trad. BAC Maior, 2001] q.82, a.4, ob.3 y ad.3


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología, Parte Primera Ed. BAC, Madrid, 2001 (1273)


CLAVES: Voluntad > Entendimiento y voluntad: diferencias y relación