RESUMEN:
El entendimiento conoce que la voluntad quiere, y la voluntad quiere que el entendimiento conozca


TEXTUAL:
ad. 1 (...) En cambio, si se considera la voluntad en razón de la universalidad de su objeto, que es el bien, y el entendimiento es considerado en cuanto realidad o potencia concreta, entonces, bajo la formalidad de bien están incluidos, como bienes particulares, tanto el entendimiento como su acto y su objeto, que es lo verdadero, y cada uno de los cuales es como un bien particular. En este sentido, la voluntad es superior al entendimiento y puede moverlo.

De todo lo dicho se desprende por qué estas dos potencias se implican mutuamente en su actividad. Esto es, porque EL ENTENDIMIENTO CONOCE QUE LA VOLUNTAD QUIERE, Y LA VOLUNTAD QUIERE QUE EL ENTENDIMIENTO CONOZCA. Y, por lo mismo, el bien está contenido en lo verdadero en cuanto que es conocido, y lo verdadero está contenido en el bien, en cuanto que es deseado.



FUENTE:
Tomás de Aquino: Suma Teologica, I [trad. BAC Maior, 2001] q.82, a.4, ad.1


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología, Parte Primera Ed. BAC, Madrid, 2001 (1273)


CLAVES: Voluntad > Entendimiento y voluntad: diferencias y relación