RESUMEN:
Por qué todo ser con entendimiento tiene necesariamente voluntad


TEXTUAL:
Pues la voluntad sigue al entendimiento. Pues así como una cosa natural tiene ser por su forma, así también el entendimiento está en acto por su forma inteligible. Cualquier cosa está tan relacionada con su forma natural que, cuando no la tiene, tiende a ella; y cuando la tiene, descansa en ella. Lo mismo cabe decir de cualquier perfección natural, que es un bien natural. En los seres carentes de conocimiento, esta tendencia al bien se llama apetito natural. Por eso, la naturaleza intelectual tiene una tendencia similar al bien aprehendido por la forma inteligible. Esto es, cuando tiene el bien, en él descansa; cuando no lo tiene, lo busca. Y ambos pertenecen a la voluntad. Por eso, en cualquier ser con entendimiento hay voluntad, como en cualquier ser con sentidos hay apetito animal.


COMENTARIO:
Todo ser con entendimiento tiene necesariamente voluntad. Esto se explica porque cualquier cosa, en este caso la facultad cognoscitiva, está tan relacionada con su forma natural que, cuando no la tiene, tiende a ella; y cuando la tiene, descansa en ella. La forma del conocimiento es lo conocido, la especie inteligible, y la forma propia del entendimiento es toda la verdad, y por eso, mientras no la tiene, la busca; y cuando la encuentra, descansa en ella. Y tanto el buscarla como el descansar en ella son actos de la voluntad.


FUENTE:
Tomás de Aquino: Suma Teologica, I, [trad. BAC Maior, 2001] q. 19, a.1. S.


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología, Parte Primera Ed. BAC, Madrid, 2001 (1273)


CLAVES: Voluntad > Entendimiento y voluntad: diferencias y relación