RESUMEN:
El entendimiento considerado en sí mismo es más eminente que la voluntad, y también lo es con respecto a las cosas materiales sensibles, pues es más noble el ser de esas cosas en el entendimiento humano que en sí mismas. En cambio, respecto al conocimiento y amor a Dios, es más noble la voluntad, pues es más noble querer el bien divino, a conocerlo, porque es imposible conocerlo en toda su amplitud, en cambio por el amor el amante tiende a unirse con Dios en toda su amplitud, aunque no logre poseerlo por entero en su entendimiento.


TEXTUAL:
ARTICULO 11 Si la voluntad es una potencia más elevada que el entendimiento o al revés

RESPUESTA

(...)

§4 Así, por tanto, el entendimiento y la voluntad pueden compararse de tres modos: 1) absolutamente y en universal, no con respecto a una cosa u otra, y así el entendimiento es más eminente que la voluntad, igual que es más perfecto poseer la dignidad que hay en cualquier cosa que relacionarse con su nobleza [sin llegar a poseerla]; 2) con respecto a las cosas materiales sensibles, y así también el entendimiento es con toda propiedad más noble, como por ejemplo entender una piedra que querer una piedra, porque la forma de la piedra está en el entendimiento de un modo más noble al ser entendida por el entendimiento, que en si misma al ser querida por la voluntad [En el párrafo anterior dice: las formas de las cosas que son inferiores al alma, como son las cosas corpóreas, son más nobles en el alma que en las cosas mismas]; 3) con respecto a las cosas divinas, que son superiores al alma, y así querer es más eminente que entender, igual que querer a Dios y amarle es más eminente que conocerle, porque la bondad divina está de un modo más perfecto en Dios, como es deseada por la voluntad, que siendo participada en nosotros como es conocida por el entendimiento.



ARGUMENTOS por los que parece que el entendimiento es más noble y más elevado

Arg 4. Entre las cosas ordenadas, cuanto más dista una de lo más bajo tanto más alta es; pero lo más bajo en las potencias del alma son los sentidos, y la voluntad se acerca más a los sentidos que el entendimiento, pues la voluntad tiene en común con los sentidos la condición del objeto; pues igual que el objeto de los sentidos son las cosas particulares, así también es el de la voluntad, ya que queremos la salud particular y no el universal que es la salud. El objeto del entendimiento, por su parte, son los universales; luego el entendimiento es una potencia más elevada que la voluntad.

Ad. 4. La voluntad sólo tiene en común con los sentidos su objeto cuando es llevada hacía las cosas sensibles, que son inferiores al alma; pero cuando es llevada hacia las cosas inteligibles y divinas, se aleja más de los sentidos que el entendimiento, puesto que el entendimiento puede captar menos de las cosas divinas que lo que puede apetecer y amar el apetito.



FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Opúsculos y cuestiones selectas, vol. 2 (Libro) , , Ed.BAC, 2003 Madrid Q. sobre el apetito del bien, Art. 11 Si la voluntad es una potencia más elevada que el entendimiento o al revés (De Veritate, q.22)


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Opúsculos y cuestiones selectas, vol. 2 Ed. BAC, Madrid, 2003


CLAVES: Voluntad > Entendimiento y voluntad: diferencias y relación