Voluntad > Voluntad como naturaleza
RESUMEN:
La razón común de bien es como la esencia de Dios para los ángeles, que nadie puede dejar de apetecer. Es imposible que alguien haga o quiera algo sin su mirada puesta en el bien
La razón común de bien es como la esencia de Dios para los ángeles, que nadie puede dejar de apetecer. Es imposible que alguien haga o quiera algo sin su mirada puesta en el bien
TEXTUAL:
Solución. Hay que decir: Los ángeles bienaventurados no pueden pecar g. El porqué de esto radica en que su bienaventuranza consiste en que ven a Dios por esencia. La esencia de Dios es la esencia de la bondad. Por lo tanto, el ángel que ve a Dios, con respecto a Dios se comporta como se comporta con respecto a la razón común de bien quien no ve a Dios. Pero es imposible que alguien quiera o haga algo sin su mirada puesta en el bien; como también es imposible que quiera apartarse del bien en cuanto tal. Por lo tanto, el ángel bienaventurado no puede obrar ni querer si no es mirando a Dios. Queriendo y actuando así, no puede pecar. Por lo tanto, el ángel no puede pecar.
Solución. Hay que decir: Los ángeles bienaventurados no pueden pecar g. El porqué de esto radica en que su bienaventuranza consiste en que ven a Dios por esencia. La esencia de Dios es la esencia de la bondad. Por lo tanto, el ángel que ve a Dios, con respecto a Dios se comporta como se comporta con respecto a la razón común de bien quien no ve a Dios. Pero es imposible que alguien quiera o haga algo sin su mirada puesta en el bien; como también es imposible que quiera apartarse del bien en cuanto tal. Por lo tanto, el ángel bienaventurado no puede obrar ni querer si no es mirando a Dios. Queriendo y actuando así, no puede pecar. Por lo tanto, el ángel no puede pecar.
COMENTARIO:
La visión de Dios que tienen los ángeles y los hombres bienaventurados atrae con la misma fuerza con la que el bien atrae a los hombres viadores
La visión de Dios que tienen los ángeles y los hombres bienaventurados atrae con la misma fuerza con la que el bien atrae a los hombres viadores
FUENTE:
Tomás de Aquino: Suma Teologica, I, q.62, a.8, s. [trad. BAC Maior, 2001]
Tomás de Aquino: Suma Teologica, I, q.62, a.8, s. [trad. BAC Maior, 2001]
FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología, Parte Primera Ed. BAC, Madrid, 2001 (1273)
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología, Parte Primera Ed. BAC, Madrid, 2001 (1273)
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